El pasado sábado participé en un
Voluntariado organizado por la Asociación
SERBAL , que de manera similar al de los Pirineos, consistía
en el censo de rapaces en migración, a su paso por Cabo de Gata. Y más allá de
mis intereses ornitológicos, me apetecía asistir para volver a encontrarme con
amigos como Fran, José Luis Molina, con quien quedé para viajar hasta Almería
desde Jaén, y con Alberto, una vez más, y compartir con ellos un día de campo.
Además pude conocer a otros pajareros almerienses bastante avezados en la
materia.
De camino hacia el punto de encuentro ya
iba fijándome en los estorninos, tórtolas turcas y golondrinas por la
carretera. Desde la terraza del bar donde desayunamos podíamos ver a los
gorriones por la playa, y el paso en vuelo de algunas gaviotas patiamarillas.
De las que había posadas en la playa, una era una gaviota de Audouin.
Cabo de Gata |
Para realizar el seguimiento del paso
migratorio de rapaces se había acordado hacerlo de 9.00 a 14.00, divididos en dos
grupos, aunque no muy separados, en Vela Blanca. Participamos un total de 16 personas. Hubo más
bien poco paso, pero nos entreteníamos con las aves residentes. Al poco de
llegar localizamos una pareja de cuervos, y no tardaron mucho en aparecer los cernícalos, que estuvieron dando vueltas por la zona, dejándose ver en repetidas
ocasiones. También divisamos un halcón peregrino que permaneció apostado en
unas rocas, a la sombra. Después de un rato desde que empezara a darle el sol,
salió volando, y como una centella, se lanzó en picado tras un acantilado donde
lo perdimos. Más tarde, volvió a dejarse ver, o quizás fuese el otro miembro de
la pareja, a saber.
El paso migratorio estuvo marcado por la
presencia de gavilanes. Primero vimos un par de ellos, que venían costeando y
pasaron cerca de donde estábamos. Más tarde aparecieron otros tres haciendo lo
mismo, y casi a la vez un grupo de más de diez que pasaron muy altos. Entre
unos y otros, nos entreteníamos con los movimientos de un par collalbas negras
por la zona, con las cogujadas montesinas, o mirando las gaviotas. Desde una
ladera se dejaron caer en vuelo dos perdices.
De vuelta adonde habíamos dejado el coche,
vimos moverse una curruca entre el esparto, que reconocimos como cabecinegra
por su reclamo, ya no nos dejó observarla posada en campo abierto en ningún
momento. Y cuando nos íbamos a ir, pasaron los aguiluchos. Primero una hembra
de lagunero, cerca de la cual volaba también un cernícalo, y poco después fue un
joven cenizo. Rai, que se quedó más tiempo mientras los demás nos fuimos a
comer, pudo ver además tres halcones abejeros y algún gavilán más.
Gaviotas Patiamarillas |
Después de comer, unos se marcharon, y
otros nos quedamos a seguir pajareando. Para ello nos acercamos a uno de los
observatorios de las salinas. Todavía hacía bastante calor, pero era fácil
localizar a los flamencos, y a las avocetas, que se encontraban en mayor número
que las cigüeñuelas. Las gaviotas sobrevolaban las salinas, pero las que
nadaban en el agua resultaban más fáciles de observar. Entre las patiamrillas,
que se encontraban en mayor cuantía, también había alguna gaviota de Audouin.
Entre las gaviotas amerizaron y nadaban junto a ellas jóvenes tarros blancos,
que a menudo solo mostraban la popa, cuando sumergían la parte anterior de su
cuerpo en busca de alimento. También vimos algunos tarros adultos en otra zona
de la lámina de agua. Por las orillas correteaban chorlitejos, que de no ser
por la ayuda de los telescopios, y las indicaciones de Sergio y José Luis,
difícilmente habría llegado a averiguar que eran grandes. También había agujas
colinegras compartiendo las orillas y las aguas someras con los chorlitejos,
pero Fran, que se dedicó a observar concienzudamente una aguja en particular,
la más cercana, sembró la duda sobre su identidad. Y efectivamente resultó ser
una aguja colipinta.
Aguja Colipinta |
A la salida del observatorio vimos a una
golondrina que daba vueltas por los alrededores, barriendo la zona volando
cercana al suelo. Entre los tarajes se movió un carricero común. Nos dirigíamos
ahora hacia la desembocadura de Rambla Morales. De camino vimos unos vencejos,
que no identificamos.
Carricero Común |
Con tan solo bajarnos del coche cuando
aparcamos, ya podíamos observar los ánades reales y las fochas en el agua, y
sobrevolando el lugar se encontraban cuatro de las cinco especies habituales de
los hirúndidos ibéricos, golondrinas comunes y dáuricas, aviones comunes y
zapadores. Tan solo nos faltó asegurar el avión roquero. En sendas flores de
pitas, no muy distantes entre sí, se encontraban posados un alcaudón real y un
cernícalo. Y el ruiseñor bastardo entonaba su característica estrofa desde su
escondite en la espesura del carrizal.
Hicimos un breve recorrido hacia la playa.
La masa de agua se abría más, permitiéndonos observar además de patos y fochas,
a los flamencos. Y además de los azulones, había también con ellos una pequeña
cerceta común. Y a parte de las fochas, también vimos una gallineta vadear las
aguas cercanas a la orilla. Mirando al otro lado, a los secos espartos que
crecen en las arenas litorales, localizamos un par de lavanderas boyeras.
Flamenco joven, apunto de despegar |
Al final de la rambla, donde se junta con
la playa y las aguas parecían formar una laguna, se agrupaban los flamencos, y
delante de ellos nadaban una pareja de malvasías cabeciblancas. Tres andarríos
chicos se dieron un par de vueltas en busca de alguna orilla despejada de
vegetación en la que pararse. También pasó un vuelvepiedras, volando a ras del
agua, en dirección a la playa. Y entre la jungla de carrizos que circunda la
rambla, se descubría a ratos un carricero.
Volviendo hacia los coches vimos un fumarel
dar pasadas sobre la masa de agua, que de no ser por la entrenada capacidad de
observación de José Luis, para fijarse en los mínimos detalles, no creo que
hubiese sacado que se trataba de un común, en plumaje de invierno ya. Llegando
adonde estaban los coches, pasó en vuelo un macho de aguilucho lagunero, y
vimos también a una abubilla que fue a posarse a las pitas donde habían estado
el alcaudón y el cernícalo. La noche se nos echó encima haciendo una última espera
en las Amoladeras.
(*)
Fotografías: gentileza de Francisco Silva.
Lista
de Aves Observadas (Orden Sistemático):
- Flamenco
Común (Phoenicopterus roseus)
- Tarro Blanco
(Tardona tardona)
- Ánade Azulón
(Anas platyrhynchos)
- Cerceta
Común (Anas crecca)
- Malvasía
Cabeciblanca (Oxyura leucocephala)
- Aguilucho
Lagunero Occidental (Circus
aeruginosus)
- Aguilucho
Cenizo (Circus pygargus)
- Gavilán
Común (Accipiter nissus)
- Cernícalo
Vulgar (Falco tinnunculus)
- Halcón
Peregrino (Falco peregrinus brookei)
- Perdiz Roja
(Alectoris rufa)
- Gallineta
Común (Gallinula chloropus)
- Focha Común
(Fulica atra)
- Cigüeñuela
Común (Himantopus himantopus)
- Avoceta
Común (Recurvirostra avosetta)
- Chorlitejo
Grande (Charadrius hiaticula)
- Aguja
Colinegra (Limosa limosa)
- Aguja
Colipinta (Limosa lapponica)
- Andarríos
Chico (Actitis hypoleucos)
- Vuelvepiedras
Común (Arenaria interpres)
- Gaviota
Reidora (Chroicocephalus ridibundus)
- Gaviota de
Audouin (Larus audouinii)
- Gaviota
Patiamarilla (Larus michahellis)
- Fumarel
Común (Chlidonias niger)
- Tórtola
Turca (Streptopelia decaocto)
- Abubilla (Upupa epops)
- Cogujada
Montesina (Galerida theklae)
- Golondrina
Común (Hirundo rustica)
- Golondrina
Dáurica (Cecropis daurica)
- Avión Común
(Delichon urbicum)
- Avión
Zapador (Riparia riparia)
- Lavandera
Boyera (Motacilla flava iberiae)
- Collalba
Negra (Oenanthe leucura)
- Ruiseñor
Bastardo (Cettia cetti)
- Carricero
Común (Acrocephalus scirpaceus)
- Curruca
Cabecinegra (Sylvia melanocephala)
- Alcaudón
Real (Lanius meridionalis)
- Cuervo Grande (Corvus corax)
- Estornino
Negro (Sturnus unicolor)
- Gorrión
Común (Passer domesticus)
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