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domingo, 10 de abril de 2005

UNA VUELTA ALREDEDOR DEL EMBALSE DEL ENCINAREJO

     Recientemente han desembalsado el Embalse del Encinarejo para realizar labores de limpieza, y aprovechando la ocasión, a Javier Moreno se le ocurrió que podíamos hacer el recorrido perimetral del pantano. Ayer dimos la vuelta alrededor del pantano Javi Moreno, Raúl Díaz y yo.
     Subiendo por la carretera de la sierra no resultaba difícil ver urracas y rabilargos, pero sólo nos entretuvimos un rato observando a un mochuelo posado en una roca de granito. Aunque nos detuvimos justo delante del pequeño búho, aparentemente no mostró signos de inquietud. Reanudamos nuestro camino antes de que se sintiese molestado. Ya por el carril del Encinarejo pudimos observar una garza real en el río.
     Cuando llegamos a la altura de la presa, aparcamos el coche en el área recreativa, bajo unos pinos. Cruzamos el puente, delante de la presa, y comenzamos nuestra marcha por el margen izquierdo de lo que fue el río. El bajo nivel de agua que contenía el embalse había dejado al descubierto amplias orillas totalmente desprovistas de vegetación. Fuimos caminando por el borde superior, y solamente descendíamos cerca del borde del agua para atajar por algunas de las colas del embalse.
     El día fue más bien caluroso, circunstancia que aprovecharon los galápagos que vimos a lo largo del recorrido para tomar el sol en las rocas cercanas a la orillas. También vimos por las orillas algunas garzas, y algún pequeño grupo de patos en el agua. Encontramos una gazapera con bastante pelo de conejo esturreado por alrededor. Había sido hozada por los jabalíes, por ser demasiado superficial, en la que alguna coneja perdió toda una camada. Algún que otro herrerillo se movía entre los apretados arbustos entre los que pasamos, y un bando de perdices voló monte arriba.
     Todavía no habíamos llegado a la mitad del camino, es decir, que aún no habíamos empezado a recorrer el otro margen, cuando paramos para comer. Había empezado a apretar el calor de las horas centrales del día, y los buitres se dejaban ver dando vueltas en el aire. Interrumpimos la comida para buscar la procedencia de unos reclamos. A nuestras espaldas volaba una pareja de águilas imperiales que en sus persecuciones y acrobacias aéreas, evitaron pasar a nuestro lado.
     Después de comer seguimos con nuestro camino, andando algo más apresurados. Pasamos en frente de la desembocadura del Río Sardina, que Raúl nos recordó con nostalgia como era hace varios años, como un frondoso bosque de fresnos y alisos que formaban un túnel de sombra sobre el agua, ahora prácticamente desarbolado. Antes de cambiar de orilla vimos algunos conejos y un bando de gorriones chillones.
     Cruzamos a la otra orilla en cuanto encontramos un estrechamiento que además no estuviese embarrado. Vimos los cantos rodados de lo que fue el primitivo cauce del Río Jándula, ahora sepultado los sedimentos que se acumulan en el fondo de los pantanos. Por allí también encontramos un rastro de huellas de nutria, y excrementos, pero no la vimos a ella. Poco más adelante, encontramos el cadáver de un ciervo que se quedó atascado en el lodo del embalse, cuando probablemente se acercaría a beber.
     Cerca de la presa ya, nos encontramos con otra aberración humana, otra de las muchas agresiones que se cometen impunemente contra el Medio Ambiente. Las mallas cinegéticas de una finca tensadas sobre el aire. Ahora el embalse está casi vacío, pero cuando se llene, la alambrada debe quedar sobre el nivel del agua, cerrando en el interior de la finca las colas sobre las que se encuentra. Ya salimos a andar por el carril, bajo eucaliptos que pueblan la orilla derecha, próximos a la presa. Entre los lentiscos cercanos se movían los mirlos dejando escuchar su canto de alarma. Bajando una cuesta nos encontramos con tres ciervos en medio de la pista, que se apartaron al acercarnos.
     Cuando llegamos a la presa, cogimos el coche y nos fuimos hasta el mirador, para apurar un poco más el final de la tarde. Desde allí contemplamos una finca en la que pastaban los ciervos tranquilos. Una garza real pasó volando sobre el río. Pero nos fuimos de allí antes de que anocheciese. Antes de salir a la carretera, vimos una abubilla y bastantes rabilargos por el área recreativa, y nos paramos para ver a un lagarto ocelado sobre el seco tocón de un fresno.


Lista de Especies Observadas:

  • Conejo Europeo (Oryctolagus cuniculus algirus)
  • Ciervo Rojo (Cervus elaphus)
  • Garza Real (Ardea cinerea)
  • Ánade Azulón (Anas platyrhynchos)
  • Buitre Leonado (Gyps fulvus)
  • Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti)
  • Perdiz Roja (Alectoris rufa)
  • Mochuelo Europeo (Athene noctua vidalii)
  • Abubilla (Upupa epops)
  • Mirlo Común (Turdus merula)
  • Herrerillo Común (Parus caeruleus)
  • Rabilargo (Cyanopica cyanus cooki)
  • Urraca (Pica pica melanotos)
  • Gorrión Chillón (Petronia petronia)
  • Galápago Leproso (Mauremys leprosa)
  • Lagarto Ocelado (Lacerta lepida)