lunes, 2 de enero de 2017

COMENZANDO EL AÑO CAMPEANDO POR LA SIERRA DE ANDÚJAR

     Inmejorable inicio del año. Ya empieza a ser costumbre que inaugure los años saliendo al campo. Aprovechando ayer mi día libre, que previsiblemente será de los pocos que tenga en enero, salí en compañía de Rocío, a sugerencia suya, a dar una vuelta por la sierra. Y yo le propuse ir al camino de La Lancha, a probar suerte con el lince. Salimos más bien tarde, pero el día dio bastante de si, pese a llevar un plan más bien tranquilo y relajado, y no ir expresamente en busca de nada.
     Durante el trayecto de ida paramos en alguna ocasión para fijarnos en los pajarillos que había junto al camino. Petirrojos y pinzones sobre todo, pero también algún colirrojo tizón y tarabillas. Nos detuvimos también a ver los trigueros en alambradas y encinas cercanas, y a un par de zorzales charlos, algo lejos, en una dehesa por la que pasamos. Más cerca que los charlos, vimos también una abubilla en la misma parada, sondeando el suelo con su largo y curvo pico, a la sombra de una encina. Por supuesto tampoco faltaron urracas, ni estorninos, pero no les prestamos demasiada atención. Pero me extraño no ver ni un ciervo en todo el camino.

Sierra de Andújar

     Al poco tiempo de llegar a las curvas, donde había bastante gente repartida por diferentes puntos del camino, vimos una pareja de buitres negros que nos pasaron volando bastante cerca. Se oían los arrullos de la paloma torcaz y las ásperas notas de reclamo de la curruca capirotada, y de vez en cuando también berreaba algún ciervo. También oímos el canto del águila imperial, pero tampoco se dejaba ver. Vimos un conejo al lado de un lentisco. Los buitres leonados planeaban diseminados por el cielo, en todas direcciones, en lugar de hacerlo en las típicas concentraciones aprovechando las corrientes térmicas. Alguna paloma pasaba en vuelo por el lugar. Las pocas urracas también aparecían dispersas por la zona, y aunque de vez en cuando se oían, no eran alarmas que marcaran la presencia de ningún carnívoro, como a menudo lo hacen con el lince. Y no tardó en aparecer el águila imperial, el adulto al que habíamos oído hacia un rato.
     Poco antes de almorzar, emprendimos un paseo que pronto se vería interrumpido. Habían detectado a un lince en algún lugar. Cuando una mujer nos dejó mirar por su telescopio, contemplamos a un remoto lince, a contra luz, tumbado placidamente sobre una gran roca, al sol. A pesar de las malas condiciones de luz, y la lejanía, siempre que se consigue observar un lince en libertad es un momento especial, y quizás más tratándose del primero, y espero que no el último, del año. Pero no se quedo demasiado tiempo allí, y tras acicalarse y lamerse con esmero, bajó de la roca al suelo, y entre la vegetación desapareció. Fue entonces cuando Rocío y yo nos fuimos a comer.
     Mientras comíamos sentados al borde del camino volvimos a ver un conejo, quizás el mismo de antes, junto a los lentiscos por los que se movía algún que otro mirlo. Se seguía oyendo a la curruca cabecinegra, y llegó a salir unos instantes de los lentiscos que la cobijan. Con sus habituales griteríos, de repente irrumpió en aquel mismo rodal de lentiscos donde estuvo el conejo, los mirlos y la curruca, un bando de rabilargos. Y a lo lejos, el pito real repitió seguidamente sus potentes notas sonoras, componiendo su característica estrofa.

Abeja libando el néctar de la flor del romero

     Reanudamos el paseo poco después de comer, con varias paradas para mirar a los buitres leonados, al buitre negro y al águila imperial, que también se podía escuchar con fuerza. Esta vez, además de al adulto, llegamos a ver a un damero. Vimos también petirrojos y unas perdices. Divisamos al azul roquero solitario entre granitos, mientras daban pasadas sobre la pista aviones roqueros. Las abejas (Apis mellifera) zumbaban entre los romeros en flor. No muy lejos se encontraban las colmenas, visibles desde el camino. Y al término de nuestro paseo oímos el chasquido que producen los ciervos al chocar sus cuernas. Nos asomamos un poco más adelante por si descubríamos la pelea, pero tan solo vimos un grupo de seis machos que enseguida se marcharon. En cambio un joven vareto se mostró más confiado. Parece que el hecho de que no se cace en esa finca, ha cambiado el comportamiento de los animales, mostrándose más tranquilos y confiados.
     Al comenzar a caminar de vuelta, presenciamos como el águila imperial adulta, entre cacareos, picaba sobre el damero. Más buitres deslizándose por el aire, y aviones revoloteando por los alrededores del carril. Nos paramos un rato a mitad de recorrido, y nos sentamos a contemplar los seres animados del paisaje. De nuevo repetía el macho del roquero solitario posado en su pétreo hábitat. Un petirrojo se movía inquieto por un lentisco próximo al camino. Un par de urracas, la una sobre una encina, y la otra en el suelo, se veían cláramente pese a la distancia, por su destacado blanquinegro plumaje. También vimos otro conejo, algo lejos, cerca de unos acebuches.

Anocheciendo

     No tardamos mucho en volver al coche para irnos, pues aunque todavía quedaba un buen rato de luz aprovechable, tenía cosas que preparar. Durante el camino de vuelta vimos más ciervos, separados por grupos de machos y hembras. Alguno de ellos eran portadores de grandes cuernas. Vimos también un grupo de gamos en una dehesa, algunos de los cuales, con alocados brincos y carreras, idas y venidas, y sus colas totalmente levantadas mostrando el escudo anal completamente blanco, parecían estar jugando y divirtiéndose, en lugar de indicar algún tipo de peligro inminente. Y de las aves volvieron a repetir los estorninos, los trigueros, los colirrojos, los petirrojos, los pinzones, más la abubilla, que voló no lejos de un gran ciervo macho, que corría paralelo a la valla que le impedía cruzar la pista.

(*) Fotografías: gentileza de Rocío Ferrer.


Lista de Especies Observadas (Orden Sistemático):

  • Conejo Europeo (Oryctolagus cuniculus algirus)
  • Lince Ibérico (Lynx pardinus)
  • Ciervo Rojo (Cervus elaphus)
  • Gamo (Dama dama)
  • Buitre Leonado (Gyps fulvus)
  • Buitre Negro (Aegypius monachus)
  • Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti)
  • Perdiz Roja (Alectoris rufa)
  • Paloma Torcaz (Columba palumbus)
  • Abubilla (Upupa epops)
  • Pito Real Ibérico (Picus sharpei)
  • Avión Roquero (Ptyonoprogne rupestris)
  • Petirrojo Europeo (Erithacus rubecula)
  • Colirrojo Tizón (Phoenicurus ochruros)
  • Tarabilla Europea (Saxicola rubicola)
  • Roquero Solitario (Monticola solitarius)
  • Mirlo Común (Turdus merula)
  • Zorzal Charlo (Turdus viscivorus)
  • Curruca Cabecinegra (Sylvia melanocephala)
  • Rabilargo Ibérico (Cyanopica cooki)
  • Urraca (Pica pica melanotos)
  • Estornino Negro (Sturnus unicolor)
  • Pinzón Vulgar (Fringilla coelebs coelebs)
  • Triguero (Miliaria calandra)

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