Entre los días 4 y 17 de Junio he vuelto a participar en el Voluntariado organizado por Amigos de la Tierra y EcoCampus UAM en
Sierra Nevada, donde de nuevo he coincido con Pedro, que como monitor ha
conducido el grupo para desempeñar las actividades (principalmente señalización
del tramo del GR 7 comprendido entre Ferreira y el Puerto de la Ragua ), rutas, visitas y
excursiones, y también me he reencontrado con Cris, compañera de Daimiel del
año pasado, con quien no han faltado las risas y buenos ratos. El resto del
grupo lo integraron Lorena, Loyola, Nátalia y Rosalia, a quienes he tenido
oportunidad de conocer allí, y compartir una intensa vivencia durante esas casi
dos semanas.
Pero no todo en Sierra Nevada han sido
montañas. En La Calahorra ,
pequeño pueblo del Marquesado del Zenete, donde hemos estado alojados, conocido
por su castillo levantado sobre un cerro, dominando visualmente el paisaje
aledaño, y en cuyo entorno se congrega un curioso elenco de aves pertenecientes
al hábitat urbano, a los roquedos y a los páramos abiertos. Quizás no sean
circunstancias que exclusivamente sucedan en La Calahorra , pero en
cualquier caso me llamó la atención descubrirlo en un paseo en la primera
mañana que allí desperté.
Castillo de La Calahorra |
Me levanté pronto, tal vez debido a que
las emociones contenidas por poder estar allí, asistiendo otra vez en un nuevo voluntariado, no me dejaron conciliar un sueño profundo. Salí antes del
desayuno, y con la idea de llegar al castillo, me adentré en el pueblo. Los
aviones comunes estaban muy activos, volando en los alrededores del edificio del
colegio que está frente al hotel. Sobre ellos también pasaban los vencejos
comunes, que también vi por el pueblo, además de algunos gorriones comunes y
estorninos negros. Pero la verdad es que tampoco les presté mucha atención. Fue
subiendo las empedradas callejas de las faldas del castillo donde ya me
entretuve un poco más en tratar de descubrir a los gorriones chillones, que se
podían escuchar por las últimas casas antes de salir a terreno abierto. También
allí escuche al colirrojo tizón, que fácilmente se dejó observar.
Por los alrededores del castillo volaban
los vencejos y los aviones roqueros, pero eran particularmente llamativas las
chovas piquirrojas, por poder verse y oírse tan de cerca. Los muros del
castillo también son utilizados por estorninos negros y los gorriones comunes y
chillones, que se movían por el lugar. Mientras iba rodeando el castillo con mi
paseo, también vi algunas cogujadas por la zona, y cuando bajaba para hacia el
pueblo para encaminarme hacia el hotel descubrí a la collalba negra.
No fue este el único paseo hasta el castillo, aunque sí en el que pude realizar el inventario más completo de aves. Muchas noches, después de cenar, nuestras caminatas nocturnas grupales culminaban en la colina sobre la que se alza el castillo, donde las estrellas y las constelaciones solían acaparar buena parte de nuestras conversaciones. También pudimos visitarlo un día por dentro. El castillo pues, se acabó convirtiendo en un importante referente de nuestro Voluntariado.
Lista
de las Aves Observadas (Orden Sistemático):
- Vencejo
Común (Apus apus)
- Cogujada
Común (Galerida cristata)
- Avión Común
(Delichon urbicum)
- Avión
Roquero (Ptyonoprogne rupestris)
- Colirrojo
Tizón (Phoenicurus ochruros)
- Collalba
Negra (Oenanthe leucura)
- Chova
Piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax)
- Estornino
Negro (Sturnus unicolor)
- Gorrión
Común (Passer domesticus)
- Gorrión
Chillón (Petronia petronia)
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