jueves, 13 de noviembre de 2014

TRABAJO DE CAMPO EN SIERRA MADRONA

     Con motivo de acondicionar el muladar para próximas carroñadas, José Luis y yo nos desplazamos ayer hasta una finca ubicada en Sierra Madrona. Por las dehesas de encinas del Valle de los Pedroches, veíamos sobre todo urracas dispersas, algunos bandos de pinzones que se levantaban de la carretera a nuestro paso y tórtolas turcas cerca de los pueblos. Unas lavanderas blancas se paseaban sobre la verde hierba de una pequeña pradera donde pastaban unas ovejas. Unos buitres leonados, volaban bajos, sobre las encinas, enfrentándose a la tenue lluvia que dejaba caer el denso cielo gris. Se cruzaron en vuelo un arrendajo y un pito real. Como un pequeño bolo de granito más, permanecía un rechoncho mochuelo posado sobre unas redondeadas rocas de este tipo. A un lado del camino también quedaron un conejo sobre un montículo de arena junto a un arroyo, un alcaudón real posado visiblemente en una rama seca de un arbusto, una abubilla posada en la rama seca de una encina, y un carbonero que se ocultó en el interior de la copa de una encina.
     Al entrar a la finca había reunidos bajo unas encinas grupos de muflones que se ponían a cubierto de la fina llovizna. Mientras estuvimos en los aledaños de la casa me fue posible observar a una pareja de mirlos en el jardín, y un colirrojo tizón. También me era posible escuchar a una cercana ranita meridional. Los gorriones estaban presentes en el interior de una nave a la que fuimos a coger algunas de las herramientas que necesitábamos.
     Empleamos todo el tiempo de luz a la limpieza y arreglo de los hides y a quitar tantos huesos como pudimos de anteriores carroñadas, con la ayuda de dos voluntarios estadounidenses que están en la finca como woofers. Vimos una perdiz sobre una piedra de camino al muladar. Y antes de entrar, hicimos una parada casi obligatoria para contemplar los buitres que volaban entre las espesas nubes que envolvían los roquedos más altos. No tardamos en descubrir que había muchos más buitres posados en las rocas, con sus enormes alas extendidas. Aparentemente todos eran leonados, tanto los que estaban en vuelo, como los incontables buitres hacinados en las rocas, pero en el entorno del muladar había un par de negros posados en el suelo. Estuvieron sobrevolando el muladar a lo largo de la mañana mientras nos dedicábamos a nuestra labor. Los rabilargos también se movían por la zona. Entre tanto, podía oírse de vez en cuando la totovía, el pito real y las chovas piquirrojas.
     Buscamos para comer la cercanía de un par de albercas contiguas, donde un martín pescador realizó una formidable zambullida, y en cuyo entorno encontramos bastantes excrementos de nutria. Desde allí nos era posible también escuchar la berrea del ciervo. De vuelta al muladar, una familia de perdices corría por el mismo camino por donde íbamos, hasta que con una volada se echaron a un lado, hasta los juncos de un arroyo donde se ocultaron. Un zorzal charlo se cruzó y fue a posarse a una piedra en medio de un prado.


Ejemplar subadulto de Culebra de Escalera

     Una vez en el muladar, a primera hora de la tarde, mientras llevaba una carretilla de huesos que había recogido al remolque donde los estábamos cargando, me encontré con una culebra de escalera, que a pesar de su considerable tamaño, era todavía un ejemplar subadulto, pues aún se le intuían en el dorso el dibujo de los peldaños de la escalera que presentan los juveniles. El día húmedo y fresco hacía que sus movimientos fueran muy lentos.

     Algunos rayos de sol se abrieron paso entre las nubes a media que atardecía. También apareció por el muladar un colirrojo tizón. Y además de seguir oyéndose a ratos la totovía, el pito real y las chovas, también hubo un momento en el que oí unos pardillos que no pude localizar con la vista, y un arrendajo que empezó a graznar desde el interior de una encina. Pude ver unos lejanos ciervos que iban a la carrera, fuera del recinto vallado del muladar.
     Apuramos la tarde para colocar un hide sobre una estructura metálica, enfocado al águila imperial, con el objetivo de conseguir unos fondos adecuados de cara a la fotografía. Los ciervos empezaron a mostrarse activos al caer la tarde, que vimos cuando nos íbamos de la finca. De vuelta, ya de noche, se nos cruzaron por la carretera un par de ratones de campo.
    

Lista de Especies Observadas (Orden Sistemático):

  • Ratón de Campo (Apodemos sylvaticus)
  • Conejo Europeo (Oryctolagus cuniculus algirus)
  • Muflón (Ovis orientalis)
  • Ciervo Rojo (Cervus elaphus)
  • Buitre Leonado (Gyps fulvus)
  • Buitre Negro (Aegypius monachus)
  • Perdiz Roja (Alectoris rufa)
  • Tórtola Turca (Streptopelia decaocto)
  • Mochuelo Europeo (Athene noctua vidalii)
  • Martín Pescador Común (Alcedo atthis)
  • Abubilla (Upupa epops)
  • Pito Real (Picus viridis sharpei)
  • Totovía (Lullula arborea)
  • Lavandera Blanca (Motacilla alba alba)
  • Colirrojo Tizón (Phoenicurus ochruros)
  • Mirlo Común (Turdus merula)
  • Zorzal Charlo (Turdus viscivorus)
  • Carbonero Común (Parus major)
  • Alcaudón Real (Lanius meridionalis)
  • Arrendajo Común (Garrulus glandarius)
  • Rabilargo Ibérico (Cyanopica cooki)
  • Urraca (Pica pica melanotos)
  • Chova Piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax)
  • Gorrión Común (Passer domesticus)
  • Pinzón Vulgar (Fringilla coelebs coelebs)
  • Pardillo Común (Carduelis cannabina)
  • Culebra de Escalera (Rhinechis scalaris)
  • Ranita Meridional (Hyla meridionalis)

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