He pasado estos últimos días en El Puerto
de Santa María, en compañía de Eva, quien me invitó a ir. Un día de playa puede convertirse en una interesante jornada naturalista, en la que sin esperarlo, con algo de observación, se acaba por descubrir varias formas de vida. Hace un par de días
cambiamos las playas de El Puerto por las de Rota.
Concretamente nos acercamos a la zona de
Los Corrales. Hasta llegar a la playa cruzamos el pinar a través de sus
pasarelas de madera, donde el mirlo, alarmado, se refugiaba entre los arbustos.
Tuvimos la suerte de encontrar Los Corrales con la marea baja, donde además de
algunos hombres, también marisqueaban unas cigüeñuelas y garcetas comunes. De
origen romano, se trata de unas parcelas amuralladas con piedras, ganadas al
mar para aprovechar sus recursos, actualmente protegidos bajo la figura de
Monumento Natural.
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Ramillete de Lirios o Azucenas de Mar (Pancratium maritimum) |
En la línea de dunas frente a la
playa crecían las bancas azucenas de mar. Diversas algas, en formas y colores,
aparecían en la playa o en las someras y estancas aguas que quedaban atrapadas
en los corrales con la marea baja. Me resultó llamativa la sólida estructura que
presentaba un alga denominada almohadilla (Codium bursa), precisamente por su forma, como un cuenco
bastante compacto.
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Exterior de Codium bursa |
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Hueco interior de Codium bursa |
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Codium tomentusum |
Aprovechando la circunstancia de la marea
baja me di un paseo entre los muros. Algunos peces también habían quedado
prisioneros en los corrales, algunos de los cuales tan adaptados a vivir sobre
las rocas como los gobios. Pero en un principio me llamaban la atención la
multitud de cangrejos, que a mi paso, se apresuraban a esconderse en cualquier
grieta o agujero que encontraran entre las rocas. Sobre todo se trataba de los
veloces cangrejos corredores (Pachygrapsus marmoratus), pero también era posible ver algún cangrejo albañil (Xantho pilipes), de mayor tamaño y más
lento que la especie anterior. Abundaban entre las piedras y los guijarros unos
pequeños caracoles llamados padas (Cerithium vulgatum),
pero a pesar de su número mucho menor, no pasaron desapercibidos a mis ojos los
pepinos de mar, de acorazado aspecto. Concretamente eran cohombros de mar
pardos (Holothuria tubulosa),
de un tamaño que los hacía bastante aparentes.
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Pachygrapsus marmoratus |
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Holothuria tubulosa |
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Xantho pilipes |
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Cerithium vulgatum |
Como en cualquier zona costera de la
península, no faltaban aquí las gaviotas patiamarillas. Los gorriones comunes,
comensales del ser humano, aparecían tanto en la playa como en el interior del
pinar, cerca de los merenderos donde puede encontrar algo de lo que sacar
provecho entre los restos que la gente abandona en cualquier lado. A la vuelta,
atravesando el pinar, también incluido en el Monumento Natural, nos dedicamos
con más calma a observar aves. De los tupidos arbustos salía la voz de reclamo
de la oculta curruca cabecinegra. La cascada de notas del verdecillo nos
permitió ver un pequeño bando. Un rato que nos sentamos en el borde de una
pasarela de madera nos permitió ver palomas torcaces y tórtolas turcas. Los
papamoscas grises, aunque pequeños y de discreto plumaje se veían fácilmente
por su costumbre de posarse al descubierto. Más difícil de descubrir entre el
ramaje de los pinos fue el carbonero.
Lista
de Aves Observadas (Orden Sistemático):
- Garceta
Común (Egretta garzetta)
- Cigüeñuela
Común (Himantopus himantopus)
- Gaviota
Patiamarilla (Larus michahellis)
- Paloma
Torcaz (Columba palumbus)
- Tórtola
Turca (Streptopelia decaocto)
- Mirlo Común
(Turdus merula)
- Curruca
Cabecinegra (Sylvia melanocephala)
- Papamoscas
Gris (Muscicapa striata)
- Carbonero
Común (Parus major)
- Gorrión
Común (Passer domesticus)
- Verdecillo
Común (Serinus serinus)
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