viernes, 16 de septiembre de 2016

PRELUDIOS DE BERREA Y PASO MIGRATORIO DE AVES EN LA SIERRA DE ANDÚJAR

     Septiembre siempre es una buena época para hacer una escapada a la Sierra de Andújar, pues el paso migratorio de la aves viajeras que se van a África a pasar el invierno y la berrea del ciervo que comienza en estas fechas que anuncian que el otoño está por llegar, llenan de vida estos alomados montes. Y tras la vuelta del Voluntariado en Pirineos, aprovechamos Fran, Alberto antes de que se fuese a Almería, y yo el lunes 12 para hacer una ruta por la sierra.
     Calurosa jornada, que no obstante nos deparó muchas y variadas observaciones. Iniciamos nuestra salida por la carretera de la cadena, donde en los agostados pastos de los cerrillos pudimos ver un alcaudón real, estorninos, grajillas y urracas. Nos llamó la atención una posada en el cabeza de una vaca que estaba tumbada. Por la zona de los bajos chaparros que hay más adelante fueron los rabilargos los que vimos cercanos a la carretera, y al llegar a las viñas, aparecían las tórtolas turcas en los tendidos eléctricos.
     Nos acercamos a una vieja piscina donde se acumula el agua de lluvia, y que actúa como una trampa para los anfibios. Pero no encontramos ninguno, al menos en la parte libre de agua. La causa, una culebra de collar. Se trataba de un individuo adulto, que carecía por completo del collar que exhiben los jóvenes y que da nombre a la especie. Esa ausencia de collar en los ejemplares adultos es lo que caracteriza a la especie ibérica de esta culebra acuática, taxonómicamente separada de la especie europea en fechas recientes.

Culebra de Collar Mediterránea

     Pero no era la única culebra que allí había, pues encontramos un joven macho de culebra bastarda. Con dos culebras compartiendo tan reducido espacio, a saber desde cuanto tiempo, normal que no encontrásemos ranas, ni tritones, ni gallipatos que solían haber. A esta especie la sacamos de la piscina, pues de llegar a inundarse si lloviera, moriría ahogada. También aprovechamos y colocamos un par de tablones a modo de rampas, para facilitar la salida de ciertos animales que podrían caer y perecer allí.

Culebra Bastarda, macho joven

     Dimos una pequeña vuelta por la zona, hasta salir a un sitio con una buena panorámica de la sierra. Parecía como si hubieran estado esperando a que llegáramos, pero ante nosotros empezaron a desfilar rapaces en vuelo. El contraluz nos impidió que identificásemos con seguridad una gran águila, pero nos impidió disfrutar del planeo de un cercano buitre negro. No tardaron en sumársele un milano negro, y un águila calzada de fase oscura, volando casi simultáneamente ofreciéndonos una perspectiva, primero frontal y luego ventral. Algo más lejos volaba otro buitre negro, en compañía de unos leonados, mientras por las cercanías había aparecido un águila calzada de morfo claro. Atrapados en el dilema de tener que elegir a que rapaz observar, mientras estábamos con los ojos puestos en los prismáticos, irrumpió en la zona un grupo de 25 halcones abejeros, en el que estaban representadas todas sus coloraciones. La calzada volaba junto a ellos, mientras se arremolinaban cogiendo altura. Y la exhibición de rapaces cesó cuando se lanzaron hacia el sur.
     Volviendo hacia el coche, deparamos en un papamoscas cerrojillo y en un herrerillo común, que no se dejaron ver mucho rato. En la carretera se nos cruzó algún mirlo, y vimos un gran grupo de estorninos, aparte de rabilargos. Paramos en otro lugar desde donde había buenas vistas de la sierra, pero aquí no tuvimos tanta suerte. En el rato que estuvimos tan solo pasaron unas palomas torcaces, pero al bajarnos del coche cuando llegamos, nos entretuvimos mirando un par de inquietos herrerillos capuchinos, que se movían entre las ramas de una encina, mientras emitían su canto.
     Nos dirigimos después al área recreativa del Encinarejo, donde almorzamos, y pasamos la sobremesa esperando a que se disminuyeran un poco las altas temperaturas de la tarde. Pero antes, al llegar, paramos en el mirador un rato, tanto como aguantamos expuestos al sol. Ya pudimos escuchar aquí la berrea. Sobre la dehesa que controlábamos visualmente, vimos pasar alguna torcaz, pero fijamos la atención en el águila imperial, que también volaba por allí. En un tocón que sobresalía del río, se soleaba un galápago leproso, y siguiendo el cauce pasó un ánade real con en fase de eclipse. Tras la breve espera, seguimos un poco más abajo, en busca de las sombras de los pinos y los fresnos. Al llegar, antes de bajarnos del coche, vimos a la garza real. Nos acercamos cautelosamente a la orilla del río, donde entre la vegetación de la orilla pudimos escuchar al ruiseñor bastardo y los reclamos del petirrojo y la curruca cabecinegra. La garza estaba tan bien mimetizada que apenas podíamos verla. En cambio si localizamos al ánade nadando a la sombra orilla del río, donde entre el efecto del claroscuro juego de luces y sombras, y su críptico plumaje de eclipse tampoco hubiera sido fácil descubrirlo de no ser por sus movimientos. Se oyeron los verdecillos, pero sin llegar a verlos. Los jilgueros, por su parte, que también cantaron, sí que se mostraron. Escuchamos los agudos pitidos del agateador y los sonoros trinos del trepador azul, los cuales acabamos viendo. Igualmente oímos las leves voces del mito, y lo encontramos moviéndose por las ramas. También descubrimos paseándose por las ramas a un carbonero. Oímos las notas del pico picapinos, y también acabamos viéndolo. Y entre tanto, un papamoscas gris se movía por los alrededores, de rama en rama. También escuchamos los graznidos del águila imperial, y con solo levantar la vista vimos a una pareja de adultos sobrevolando los montes.
     El siguiente sitio al que nos encaminamos por la tarde fue a La Lancha. A lo largo del trayecto pudimos ciervos y gamos, perdices, urracas y rabilargos, más algún papamoscas. Un arrendajo salió volando entre un grupo de rabilargos. Le dedicamos sendas paradas a una totovía que se posó en la rama baja de un pino, y a un pito real posado en el suelo, a al sombra de una encina. Como todavía apretaba el calor eludimos pararnos en las curvas, y seguimos hasta el Embalse del Jándula. Nada más llegar, vimos tres cormoranes, en la orilla cercana, que se lanzaron al agua. En torno a la presa se concentraban los aviones comunes, y desde esta descubrimos una hembra de cabra montés. Seguimos nuestra andadura, que nos llevó al desaguadero del embalse, por donde vimos al macho del roquero solitario. Y sentados a las orillas del pantano, vimos por el otro borde unas garzas reales, más una que volando a ras del agua, cruzó el pantano de lado a lado.
     Con el objetivo de hacer una espera durante las últimas horas de la tarde, y que la temperatura había descendido, volvimos hacia las curvas. Bajo los eucaliptos del primer trecho por el que circulábamos, vimos unos pinzones en la pista, y algún papamoscas más. Y las perdices, que se mueven ahora en grandes bandos familiares, con los perdigones ya grandes. Hicimos una corta parada para asomarnos a ver el valle por el que bajan las aguas del Jándula. Entre los lentiscos de la ladera, vimos moverse algún mirlo, y en el cielo divisamos al águila culebrera. De vuelta al coche se nos cruzó una veloz lagartija colilarga.
     Desde las curvas avistamos sobre todo ciervos, cuyos machos ya berreaban con vigor, aunque todavía no se ensalzaban en combates. Por lo demás, no había demasiada actividad de aves. Tan solo el vuelo de las palomas sobre las lomas en las que centrábamos nuestra atención, donde tan solo detectábamos el movimiento ocasional de algunas urracas y rabilargos. Mientras veía un alcaudón real posado en un cable, podía oír el reclamo de la curruca rabilarga. Y lejos, volaban unos buitres contra la puesta de sol.
     Apurando las últimas luces, cambiamos de lugar donde dedicarnos un rato a esperar y observar. En el trecho que debimos recorrer, nos encontramos con una joven culebra de herradura en el carril, que primero optó por la inmovilización, para después lanzarse disparada hacia la cuneta, donde se escabulló entre el pasto y las rocas. Tan solo seguimos viendo ciervos en el poco rato que tuvimos de espera hasta que oscureció. Y en un breve paseo que di bordeando una curva, pude ver tan solo un conejo. De vuelta, ya por la noche, vimos un chotacabras posado en el camino, que se fue volando al acercarnos, y más adelante, pasó en vuelo sobre la carretera un cárabo.


Lista de Especies de Especies Observadas (Orden Sistemático):

  • Conejo Europeo (Oryctolagus cuniculus algirus)
  • Cabra Montés (Capra pyrenaica hispanica)
  • Ciervo Rojo (Cervus elaphus)
  • Gamo (Dama dama)
  • Cormorán Grande (Phalacrocorax carbo)
  • Garza Real (Ardea cinerea)
  • Ánade Azulón (Anas platyrhynchos)
  • Buitre Leonado (Gyps fulvus)
  • Buitre Negro (Aegypius monachus)
  • Milano Negro (Milvus migrans)
  • Abejero Europeo (Pernis apivorus)
  • Culebrera Europea (Circaetus gallicus)
  • Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti)
  • Aguililla Calzada (Aquila pennata)
  • Perdiz Roja (Alectoris rufa)
  • Paloma Torcaz (Columba palumbus)
  • Tórtola Turca (Streptopelia decaocto)
  • Cárabo Común (Strix aluco sylvatica)
  • Chotacabras Cuellirrojo (Caprimulgus ruficollis)
  • Pito Real Ibérico (Picus sharpei)
  • Pico Picapinos (Dendrocopos major)
  • Totovía (Lullula arborea)
  • Avión Común (Delichon urbicum)
  • Petirrojo Europeo (Erithacus rubecula)
  • Roquero Solitario (Monticola solitarius)
  • Mirlo Común (Turdus merula)
  • Ruiseñor Bastardo (Cettia cetti)
  • Curruca Rabilarga (Sylvia undata)
  • Curruca Cabecinegra (Sylvia melanocephala)
  • Papamoscas Gris (Muscicapa striata)
  • Papamoscas Cerrojillo (Ficedula hypoleuca)
  • Mito Común (Aegithalos caudatus irbii)
  • Carbonero Común (Parus major)
  • Herrerillo Común (Cyanistes caeruleus)
  • Herrerillo Capuchino (Lophophanes cristatus)
  • Trepador Azul (Sitta europaea caesia)
  • Agateador Común (Certhia brachydactyla)
  • Alcaudón Real (Lanius meridionalis)
  • Arrendajo Común (Garrulus glandarius)
  • Rabilargo Ibérico (Cyanopica cooki)
  • Urraca (Pica pica melanotos)
  • Grajilla Occidental (Corvus monedula)
  • Estornino Negro (Sturnus unicolor)
  • Pinzón Vulgar (Fringilla coelebs coelebs)
  • Verdecillo Común (Serinus serinus)
  • Jilguero (Carduelis carduelis)
  • Galápago Leproso (Mauremys leprosa)
  • Lagartija Colilarga (Psammodromus algirus)
  • Culebra de Herradura (Hemorrhois hippocrepis)
  • Culebra de Collar Mediterránea (Natrix astreptophora)
  • Culebra Bastarda (Malpolon monspessulanus)

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