jueves, 7 de diciembre de 2006

NOCHE EN LA SIERRA DE ANDÚJAR

     Animados una vez más a probar suerte a ver si se nos cruzaba el lince por fin, salimos anoche por la Sierra de Andújar, mi amigo Antonio, Edu, un compañero suyo de la Universidad, y yo. Nuestro destino fue La Lancha, pero no hubo suerte. A pesar de todo disfrutamos los animales que se dejaron ver con las luces del coche, y de oír el canto de las rapaces nocturnas.
     No salimos tan tarde, pero oscurece pronto en los días previos al invierno. Habíamos quedado al inicio de la carretera de la sierra, y fuimos en mi coche. Cuando dejamos atrás las ultimas viñas, y empezamos a pasar junto a las grandes fincas de caza, empecé a ir más despacio, además de porque la carretera es estrecha, para tener oportunidad de descubrir con la suficiente antelación algún animal que se moviera cerca de las lindes, o que se cruzara. Pronto vimos algunos ciervos cerca del camino, que se adentraban en el monte al pasar junto a ellos. También se nos cruzó algún que otro conejo. En algún punto del camino que paramos, conseguimos escuchar al mochuelo maullar. Y cerca del carril también conseguimos ver un zorro, que al alumbrarlo con los faros del coche, se perdió en la noche.
     Cenamos en la presa del Embalse del Jándula, oyendo la llamada del búho real, que sonaba con fuerza, y se repetía a un ritmo constante. Pero lo más curioso es que se nos acercó un zorro mientras comíamos. Curioso en cuanto al lugar, porque es la primera vez que veo a un raposo hacer esto en la Sierra de Andújar.

Zorro

     A la vuelta paramos en La Lancha, donde al poco rato de bajarnos del coche nos llevamos un pequeño susto al oír el ruido de unos ciervos correr sobre la hojarasca de los eucaliptos. De noche, con la falta de visión, se magnifican los sonidos. Supimos que eran ciervos, porque al encender la luz del coche pudimos verlos. Seguramente ellos se asustarían más de nosotros. Al cabo de un rato, cuando la situación se tranquilizó conseguimos oír a lo lejos las risotadas del cárabo.
     Al poco de retomar la marcha, nos encontramos con un jabalí junto a la pista, que se fue monte a través, ascendiendo por una ladera. En una parada que hicimos poco después oímos otra vez al búho real. En lo que nos quedaba de camino volvimos a ver más ciervos, pero lo mejor fue, al subir una pequeña cuesta poder iluminar a un imponente búho real posado sobre un poste. Frené el coche para poder verlo, pero solo nos dio el tiempo justo para verlo por un momento, antes de levantar su pesado vuelo e internase en la tranquilidad que le proporciona la oscuridad. Más adelante, ya solo se nos cruzó un ratón.

Fotografía: gentileza de Antonio Ibarra.                                             


Lista de Especies Observadas (Orden Sistemático):

  • Ratón de Campo (Apodemus sylvaticus)
  • Conejo Europeo (Oryctolagus cinuculus algirus)
  • Zorro Rojo (Vulpes vulpes)
  • Jabalí (Sus scrofa)
  • Ciervo Rojo (Cervus elaphus)
  • Búho Real (Bubo bubo)
  • Mochuelo Europeo (Athene noctua vidalii)
  • Cárabo Común (Strix aluco sylvatica)

domingo, 2 de julio de 2006

TRAVESÍA EN CANOA POR EL EMBALSE DEL JÁNDULA

     Ayer hicimos una travesía en canoa, a remo, Esteban Ureña, Javier Ramírez y yo, de unas 12 horas, a lo largo del Embalse del Jándula. La exposición al sol veraniego, y el reflejo de la luz en la superficie del agua del pantano nos ha dejado bien quemados. Pero la fatigosa ruta ha dado sus frutos y tuvimos avistamientos de fauna muy interesantes.
     Pasaron a recogerme por Andújar sobre las 8.00, y más o menos hacia las 9.00 habíamos llegado a la playa de la cola del embalse que hay pasando el túnel de piedra, desde la que empezamos a remar. Fuimos directos hasta allí, sin pararnos en el camino a mirar las urracas, las abubillas y los mirlos que adornan con su presencia la sierra. A la salida del estrecho túnel sí que nos vimos obligados a detenernos un momento, a la espera que una golondrina dáurica que estaba en el suelo, levantara el vuelo.
     Tras descargar la barca y aprovisionarnos con la comida y el agua que nos llevamos empezamos a remar por turnos. La sequía tiene el nivel de agua por debajo de su máxima altura, y a todo el alrededor del embalse queda un ancho y árido cinturón desprovisto de vegetación. De vez en cuando parábamos a descansar en alguna sombra que encontrásemos bajo el talud de alguna orilla, o bien nos dábamos un chapuzón para aliviarnos del azote del calor.
     Pero otras paradas que también hicimos estaban destinadas a la observación de algún animal. Al poco rato de empezar a navegar paramos para deleitarnos con los planeos de cuatro cigüeñas negras que volaban juntas, y poco después volvimos a dejar de remar para dedicarnos a contemplar dos jóvenes águilas imperiales. Ambas especies las pudimos ver a cortas distancias. Seguimos remando aguas arriba, intentando no equivocarnos de dirección, despistados por la enorme anchura de alguna de las colas que hay en la parte baja del pantano. Algún tiempo después, lo siguiente que paramos a ver fueron los picados y las acrobacias aéreas de un par de águilas reales, algo alejadas. Las horas del caluroso día avanzaban, mientras poco a poco el embalse se estrechaba, y sus aguas se tornaban turbias. Entre ellas se intuían la silueta de las carpas, que de vez en cuando asomaban a la superficie. Un cuantioso bando de rabilargos se cruzó de lado a lado el embalse. En las piedras de las orillas tomaban el sol algunos galápagos que rápidamente se echaban al agua al acercarnos con la canoa. Casi al final vimos otras dos cigüeñas negras volando sobre el embalse, y sobre el mismo unos pocos patos. A continuación llegamos a un tramo donde de las aguas cenagosas asomaban los esqueletos de los árboles que conformaba el antiguo bosque de galería, que murió sepultado por las aguas del embalse. Sobre uno de estos troncos, casi imperceptible, reposaba una garza real. Remando sobre espesas aguas, que ya casi parecían fango, vimos nadando entre las ramas de los árboles muertos un macho de ánade real, y casi en frente, en el otro lado, un zorro merodeando por la orilla. En este tramo paramos a descansar, para quitarnos un rato de la insolación, y fue donde decidimos no seguir adelante por miedo a que se nos atrancara la barca. Pero teníamos que regresar antes de que oscureciese, así que tras un breve reposo, volvimos a remar, bajo el sol de la tarde. De nuevo volvimos a ver al zorro en una orilla, y al pato en la otra. También volvimos a ver la pareja de cigüeñas en el mismo tramo, y así mismo repitieron las otras cuatro cuando ya estábamos cerca de la presa. Pero bastante antes de llegar, pudimos ver unos pocos buitres leonados, y también algún negro.
     Desembarcamos casi de noche. Mientras cargábamos la canoa en la baca del coche, paso una cigüeña negra. En el camino de vuelta vimos los ciervos que no vimos durante el día, que debieron permanecer sesteando a la sombra, ocultos en el algún lugar, esperando a iniciar su actividad con el fresco de la caída de la noche. En medio del carril también vimos un mochuelo, que en el momento de frenar el coche salió volando, y más adelante paramos al ver una garduña sobre una roca de granito, donde permaneció un rato quieta.


Lista de Especies Observadas:

  • Zorro Rojo (Vulpes vulpes)
  • Garduña (Martes foina)
  • Ciervo Rojo (Cervus elaphus)
  • Garza Real (Ardea cinerea)
  • Cigüeña Negra (Ciconia nigra)
  • Ánade Azulón (Anas platyrhynchos)
  • Buitre Leonado (Gyps fulvus)
  • Buitre Negro (Aegypius monachus)
  • Águila Real (Aquila chrysaetos)
  • Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti)
  • Mochuelo Europeo (Athene noctua vidalii)
  • Abubilla (Upupa epops)
  • Golondrina Daúrica (Hirundo daurica)
  • Mirlo Común (Turdus merula)
  • Rabilargo (Cyanopica cyanus cooki)
  • Urraca (Pica pica melanotos)
  • Galápago Leproso (Mauremys leprosa)
  • Carpa (Cyprinus carpio)

domingo, 30 de abril de 2006

CAMPEANDO POR LOS ALREDEDORES DE LINARES

     Como todos los años, en el último fin de semana de abril, la Sierra de Andújar se llena con un bullicioso gentío como consecuencia de la romería. De una parte, el dispositivo de seguridad que prohíbe el tráfico en un determinado sentido de la circulación según el momento del día, y de otra parte, la falta de tranquilidad que impera en estas fechas derivado del alboroto que genera la muchedumbre, imposibilitan salir al campo para observar animales, o simplemente para disfrutar de la tranquilidad en contacto con la naturaleza. Así que ayer quedé con Antonio para salir al campo por su zona, en los terrenos que mejor conoce por los alrededores de Linares, donde me guió por sitios muy interesantes, en la campiña olivarera y por las riberas de dos ríos cercanos. Pudimos disfrutar de un magnífico día primaveral, pero sobre todo de los animales que llegamos a observar, algunos de los cuales, me sorprendieron, al no esperar encontrarlos por allí.
    Entré a Linares por la carretera de Baños de la Encina, que, pasado el Río Guadiel, atraviesa unas zonas de dehesa, donde los olivos todavía no han sustituido a las encinas. Por allí se veían bastantes rabilargos, pero una gran culebra bastarda que cruzó la carretera, forzó que me parase, por un lado para evitar atropellarla, y por otro para tratar de observarla con más detenimiento, pero la rapidez con la que el ápodo reptil se ocultó entre la hierba, y la valla en la linde de la finca, evitó que lo hiciera.
     Cuando llegué a Linares, recogí a Antonio, y el primer lugar al que sugirió que fuésemos, fue a su olivar. Para ello salimos hacía la carretera por la que yo había entrado, pero pronto tomamos un desvío. Antes de llegarnos a sus olivos, nos acercamos a una especie de vertedero próximo. Allí nos encontramos con algunas garcillas bueyeras, y con unos milanos negros cicleando en el despejado cielo azul.
     Cuando llegamos a su campo, aparqué a un lado del mismo carril por el que circulábamos, a la sombra de unos eucaliptos. Salimos a andar, a dar un paseo entre olivos plantados en lo que antaño había sido una parte de los campos mineros de Linares, donde aún permanecen como testigos de ello, las múltiples ruinas de la variada infraestructura minera. De estas ruinas abandonadas, han hecho algunos animales su morada, y por aquí es donde tratábamos de observarlos. Concretamente buscábamos ver una pareja de lechuzas, que no se dejó ver. Los más frecuentes eran los estorninos, pero también había gorriones que aprovechan cualquier grieta o agujero que encuentren en los viejos muros para instalarse. Las tórtolas turcas también eran abundantes por el lugar. Caminando por un tramo de la vía verde vimos unos verderones, que destacaban posados en unos hinojos, y que enseguida levantaron el vuelo. También localizamos unos abejarucos en vuelo, por su continuo canto.
     Volvimos a Linares, para comer en su casa. Después fuimos hacia el Río Guadalimar, cerca de Torreblascopedro. Por la carretera pudimos ver un bando del colorido jilguero. Antes de atravesar el puente que cruza el río, nos metimos por un carril, donde pronto aparcamos. Antes de acercarnos al cauce del río, y adentrarnos en el bosque en galería, estuvimos escuchando el canto del cuco, que procedía de un árbol solitario. Esperando un poco, conseguimos verlo, aunque solo fue fugazmente en vuelo. Pero a raíz de seguir con los prismáticos el vuelo del cuco, descubrimos un cernícalo posado en un tendido de la cercana vía ferroviaria.
     Bajábamos hacia la ribera tratando de evitar pisar el barro que aún queda por algunas partes del estéril suelo de la campiña. Caminamos un tramo entre los límites entre la campiña y el bosque, apreciando algunas enormes gritas abiertas por la erosión de la escorrentía del agua de las lluvias, que incluso habían volcado un olivo al que ya no le quedaba entre las raíces sustrato donde agarrarse. Bajo las sombras de la arboleda retumbaban los ecos de las voces de los mirlos, que se movían entre el sotobosque. Nos acercamos a la orilla, donde encontramos unos anfibios que en primer momento creímos que eran ranas, pero que al fijarnos bien nos dimos cuenta que se trataba de sapillos pintojos.
     Y para acabar la jornada, antes de que anocheciese, fuimos al Piélago, un espacio natural adyacente al Río Guarrizas, protegido como Monumento Natural. En este lugar están las ruinas de un antiguo puente romano, pero también existe un puente mucho más reciente, en desuso  debido al nuevo trazado de la carretera que va hasta Arquillos, desde el que estuvimos fijándonos en las huellas de nutria impresas en el barro. Entre las ruinas, los pilares del puente, y las rocas también hay garduña, que sin embargo tampoco vimos. Pero sí vimos por allí rabilargos y algún que otro mirlo, y tras un rato de espera, también unas gallinetas entre la vegetación de la orilla. Al acercarnos al puente romano, descubrimos un colirrojo muerto en un cepo, o costilla, como llamamos a esta trampa en Jaén, pero que nunca volverá a hacerlo, porque nos encargamos de retirarla. Estuvimos andorreando el resto de la tarde por las rocas que encauzan el río en aquel tramo. Cuando ya nos íbamos de allí, casi de noche, vimos pasar un búho real que se posó en una roca, encima de un cerro, que de haber habido más luz, hubiéramos podido contemplar con mayor nitidez.


Lista de Especies Observadas:

  • Garcilla Bueyera (Bubulcus ibis)
  • Milano Negro (Milvus migrans)
  • Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus)
  • Gallineta Común (Gallinula chloropus)
  • Tórtola Turca (Streptopelia decaocto)
  • Cuco Común (Cuculus canorus)
  • Búho Real (Bubo bubo)
  • Abejaruco Europeo (Merops apiaster)
  • Mirlo Común (Turdus merula)
  • Rabilargo (Cyanopica cyanus cooki)
  • Estornino Negro (Sturnus unicolor)
  • Gorrión Común (Passer domesticus)
  • Jilguero (Carduelis carduelis)
  • Verderón (Carduelis chloris)
  • Culebra Bastarda (Malpolon monspessulanus)
  • Sapillo Pintojo Meridional (Discoglossus jeanneae)

lunes, 6 de marzo de 2006

DOS RUTAS DE LARGO RECORRIDO POR LAS ÁREAS NATURALES DEL ENTORNO DE LA SIERRA DE ANDÚJAR

     Puesto que habíamos acordado echar de campo todo el fin semana pasado, y ya que disponíamos de tiempo, le propuse a Antonio salirnos de los lugares a los que solemos ir cuando vamos a la sierra, para aprovechar e ir más lejos. Así que hicimos dos grandes recorridos que abarcan más allá de los límites de la Sierra de Andújar.
                                                             
     El viernes trazamos un circuito por la zona más al este de la sierra, partiendo desde Andújar hasta Contadero-Selladores, de allí a La Carolina, de La Carolina a Baños de la Encina por autovía, y de Baños de la Encina volvimos a Andújar metiéndonos otra vez en la sierra. Nuestras primeras observaciones corresponden a aves que podíamos ver cerca de la carretera, como estorninos y tórtolas turcas, posados en postes y tendidos eléctricos, gorriones cercanos a las casas, y rabilargos, urracas y también algún mirlo que se nos cruzaba por la carretera. Circulando entre las fincas, donde la carretera es más tranquila, ya podíamos parar a mirar con más detenimiento los animales que veíamos sobre la marcha, como los ciervos, las perdices o los conejos. En estas paradas, a menudo veíamos urracas, a las que no les prestábamos demasiada atención, salvo si estaban alarmadas, por la posibilidad que estuvieran delatando la presencia de un lince u otro depredador. Y también descubrir algún otro animal que nos hubiera pasado desapercibido, como nos pasó con una abubilla posada en el suelo. Poco después de los ciervos, fueron los gamos a los que le dedicamos algo de tiempo para observarlos, como también lo hicimos con los buitres, al descubrirlos en el cielo.
     El tramo de camino de hacia Contadero-Selladores nos ofrecía nuevas expectativas, recorrer una zona por la que nunca habíamos transitado, y quizás descubrir alguna especie que hasta ahora no habíamos visto. Se sucedieron los avistamientos de gamos, pero sobre todo de ciervos, algunas abubillas, y pinzones que salían volando desde el camino donde estaban posados, comisqueando alguna cosa. Paramos en una zona adehesada, por el revuelo de las urracas. Entre sus sucesivos cacareos, que nos eran familiares, escuchamos un áspero reclamo que no nos resultaba conocido. De repente un ave salió del encinar al claro del bosque, perseguida por dos urracas. Era un críalo, el primero que veíamos, que nos alegro bastante el día, y del que Antonio me estuvo explicando cosas. Por estas zonas abiertas, nos resultaba fácil ver a los trigueros posados en las vallas, o en los dispersos piruétanos, que apenas han empezado a verdear con la incipiente primavera. También era frecuente escucharlos cantar. Paramos a ver a un alcaudón común, que destacaba posado sobre un piruétano. No muy lejos se movía un bando de verdecillos, por lo que estuvimos esperando un poco por si se lanzaba a la captura de alguno, pero no tuvimos esa suerte.
     Nos paramos a almorzar junto al camino, ya en la finca de Contadero-Selladores. Retomamos nuestro recorrido en las primeras horas de la tarde, en las que parecía que la fauna estuvo prácticamente ausente hasta llegar a El Centenillo. Por los ondulados espacios abiertos antes de llegar a La Carolina empezamos a ver algunos trigueros, estorninos y tórtolas turcas, los cuales también se podían escuchar. Cerca ya de La Carolina pudimos ver aviones comunes.
     Cogimos la autovía hasta la salida hacia Baños de la Encina, pero no entramos en el pueblo, sino que nos dirigimos hacia el Embalse del Rumblar. Por esta área de campos vimos más tórtolas turcas y estorninos, y junto a las casas y cortijos que íbamos encontrando en nuestro camino, aparecían los gorriones.

Culebra Viperina
Liberando a la culebra tras haberla cogido
Culebra Viperina, enroscada bajo el agua

     Adentrándonos en la sierra empezaban de nuevo a verse pájaros forestales, como los pinzones, o algún mirlo. Y de nuevo también volvíamos a ver ciervos. Pero además de pararnos cuando veíamos algún ciervo, hicimos otra para asomarnos a un abrevadero, a ver que encontrábamos. Curiosamente el pilón estaba seco, pero por el reguero del desagüe había tres charcos en los que había algunos renacuajos negros de sapo corredor, y en uno de ellos encontramos la explicación de porque no había muchos, una culebra viperina. Por las cercanías podía oírse el carbonero y a las perdices.
     Atardeciendo llegamos a la bifurcación del camino que va hacia Contadero-Selladores, y empezamos a recorrer la carretera por la que habíamos ido, pero de vuelta hacia Andújar. Como es frecuente por esta zona, antes de llegar a las Viñas, vimos más ciervos.

     El recorrido que hicimos el sábado fue más largo. Salimos de Andújar, no demasiado temprano, porque estábamos cansados del día anterior, hasta llegar a Puertollano, de donde fuimos por la carretera nacional hasta Cardeña, de allí fuimos por la carretera secundaria de la sierra a Marmolejo, y desde aquí regresamos a Andújar.
     Pasamos de ver de estorninos al principio de comenzar nuestra ruta, en las cercanías de Andújar, a las urracas, al ir ya por la sierra. Nos desviamos al cercano Embalse del Encinarejo, puesto que no queda muy retirado de la carretera, donde nos dimos una vuelta a pie por los alrededores de la presa. Al cruzar el puente nos fijamos en una garza real posada en una de las grandes piedras que emergen del río. Al pasar al otro lado, bajamos hasta la orilla, cerca de la presa, donde se formaba una pequeña charca en la que habían quedado atrapados unos pocos cangrejos rojos (Procambarus clarkii), especie alóctona de origen americano. Pero también había allí unos pequeños peces, que parecían estar aturdidos, y que no nos fue difícil coger. Después los devolvimos a la misma charca donde los habíamos encontrado. Antonio pudo averiguar después que se trataba de percasoles, una especie invasora introducida por los pescadores. Aquellos cangrejos y aquellos peces, son por desgracia una radiografía del estado de nuestros ríos. Cuando íbamos de vuelta al coche, nos pasaron volando unos ánades reales. También nos fijamos en las orugas de la procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) que comían las acículas de un pequeño pino piñonero, que por su tamaño, presencia de pelos urticantes en su cuerpo y ausencia de bolsones en el pino donde se alimentaban, estimamos que se encontraban en el tercer estadio de su desarrollo larvario.

Percasoles

     La siguiente parada que hicimos fue completamente improvisada, y afortunadamente pude encontrar un hueco rápido para salirme de la carretera. Sobre una encina no muy lejana, vimos nada menos que un águila imperial adulta, posada, que estuvimos contemplando a placer hasta que se dejó caer en vuelo al otro lado de la ladera, y la perdimos de vista.
     Por la carretera hacia Puertollano se empezaban a ver pequeños grupos de pinzones, y los ciervos, que sobre todo con los primeros parábamos a observar. En una parada que hicimos para estirar un poco las piernas, encontramos en una zona arenosa cuatro eslizones ibéricos.

Eslizón Ibérico

     Más adelante, siguiendo nuestro camino, además de los ciervos, veíamos también algún que otra paloma torcaz en vuelo. Improvisamos otra parada para mirar los buitres, todos leonados, volando en espiral primero, lanzándose después en línea recta. La siguiente parada obligada que hicimos fue para almorzar, en la parte norte de la sierra. Mientras comíamos, unos maullidos llamaron nuestra atención. Nos levantamos de las rocas que usábamos como asientos, y detrás de nosotros algo alejados, volaba sobre el encinar una pareja de ratoneros.
     Una vez que reanudamos la marcha, no tardamos mucho en pasar de Sierra de Andújar a Sierra Madrona, y no solo porque cruzáramos la frontera entre Andalucía y Castilla-La Mancha, sino porque era algo patente en el paisaje. Aunque ambas integran Sierra Morena, hay un apreciable cambio en la vegetación. De los encinares y los jarales de Sierra de Andújar, a los densos pinares de Madrona, que sus cimas más altas y abruptas se aprecia la roca desnuda, frente a la superficie ondulada que predomina en la Sierra de Andújar. También pudimos ver algunos robles melojos y brezos junto a la carretera. En cuanto a la fauna no varía tanto, y los ciervos seguían estando presentes en nuestra ruta, acompañados de mirlos, palomas torcaces, pinzones y arrendajos que solo se dejaban ver unos instantes. Por la cara norte de la sierra, donde el pinar vuelve a ceder el sitio que le corresponde al monte mediterráneo autóctono, volvimos a ver más buitres.
     Hicimos una breve parada en el Embalse del Montoro. Nuestras paradas cada vez eran más cortas. Todavía no habíamos llegado a Puertollano, y temía que la noche se nos echara encima. Aunque conseguimos llegar a Puertollano antes que atardeciera, se nos hizo de noche antes de llegar a Cardeña. Pudimos disfrutar del Valle de Alcudia todo lo que nos permitió ir por una carretera nacional, en la que nos era imposible parar, con las últimas luces de la tarde. No obstante, aunque solo fuera de paso, nos dio tiempo a ver aves esteparias recorriendo este paraje. Los cernícalos, y también algún ratonero, era fácil descubrirlos posados en los tendidos eléctricos que unen los altos postes, algunos de los cuales ocupados por los grandes nidos de las cigüeñas comunes. Además, en los cables, solían aparecer multitud de estorninos. Y también logramos ver a los trigueros, posados en las alambradas colindantes con la carretera, y un bando de jilgueros.
     Por la carretera que transcurre de Cardeña a Marmolejo, ya de noche, solo pudimos ver unos cuantos ciervos a los que alumbramos con los faros del coche, que se retiraron en seguida de la cercanía de la carretera. Paramos un rato en el Embalse del Yeguas, pero no vimos nada, ni tampoco oímos el sonido de ningún animal. Antes de llegar a Marmolejo, paramos en el balneario, junto a la ribera del Guadalquivir, donde escuchamos la metálica voz del autillo provenir de la arboleda riparia.


(*) Fotografías: gentileza de Antonio Ibarra.

FECHA
LUGAR
ESPECIE
OBSERVACIÓN
03/032006
Sierra de Andújar
Conejo Europeo
(Oryctolagus cuniculus algirus)
Pocos
03/032006
Sierra de Andújar
Ciervo Rojo
(Cervus elaphus)
Varios
03/032006
Sierra de Andújar
Gamo
(Dama dama)
Pocos
03/032006
Sierra de Andújar
Buitre Leonado
(Gyps fulvus)
Algunos
03/032006
Sierra de Andújar
Perdiz Roja
(Alectoris rufa)
Pocas. Oída
03/032006
Sierra de Andújar
Tórtola Turca
(Streptopelia decaocto)
Varias. Oída
03/032006
Sierra de Andújar
Críalo Europeo
(Clamator glandarius)
Un ind. Oído
03/032006
Sierra de Andújar
Abubilla
(Upupa epops)
Pocas
03/032006
Sierra de Andújar
Avión Común
(Delichon urbicum)
Pocos
03/032006
Sierra de Andújar
Mirlo Común
(Turdus merula)
Pocos
03/032006
Sierra de Andújar
Carbonero Común
(Parus major)
Oído
03/032006
Sierra de Andújar
Alcaudón Común
(Lanius senator)
Un ind.
03/032006
Sierra de Andújar
Rabilargo
(Cyanopica cyanus cooki)
Pocos
03/032006
Sierra de Andújar
Urraca
(Pica pica melanotos)
Algunas. Oída
03/032006
Sierra de Andújar
Estornino Negro
(Sturnus unicolor)
Varios
03/032006
Sierra de Andújar
Gorrión Común
(Passer domesticus)
Pocos
03/032006
Sierra de Andújar
Pinzón Vulgar
(Fringilla coelebs coelebs)
Algunos
03/032006
Sierra de Andújar
Verdecillo Común
(Serinus serinus)
Pocos
03/032006
Sierra de Andújar
Triguero
(Emberiza calandra)
Pocos. Oído
03/032006
Sierra de Andújar
Culebra Viperina
(Natrix maura)
Un ind.
03/032006
Sierra de Andújar
Sapo Corredor
(Bufo calamita)
Algunos (renacuajos)
04/03/2006
Sierra de Andújar, Madrona y Cardeña
Ciervo Rojo
(Cervus elaphus)
Algunos
04/03/2006
Encinarejo
Garza Real
(Ardea cinerea)
Un ind.
04/03/2006
Encinarejo
Ánade Azulón
(Anas platyrhynchos)
Pocos
04/03/2006
Sierra de Andújar y Madrona
Buitre Leonado
(Gyps fulvus)
Varios
04/03/2006
Sierra de Andújar. Valle de Alcudia
Busardo Ratonero
(Buteo buteo)
Pocos. Oído
04/03/2006
Sierra de Andújar
Águila Imperial Ibérica
(Aquila adalberti)
Un ind.
04/03/2006
Valle de Alcudia
Cernícalo Vulgar
(Falco tinnunculus)
Pocos
04/03/2006
Sierra de Andújar y Madrona
Paloma Torcaz
(Columba palumbus)
Pocas
04/03/2006
Ribera del Río Guadalquivir
Autillo Europeo
(Otus scops)
Oído
04/03/2006
Sierra Madrona
Mirlo Común
(Turdus merula)
Pocos
04/03/2006
Sierra Madrona
Arrendajo Común
(Garrulus glandarius)
Pocos
04/03/2006
Sierra de Andújar
Rabilargo
(Cyanopica cyanus cooki)
Algunos
04/03/2006
Sierra de Andújar
Urraca
(Pica pica melanotos)
Algunas
04/03/2006
Sierra de Andújar. Valle de Alcudia
Estornino Negro
(Sturnus unicolor)
Varios
04/03/2006
Sierra de Andújar y Madrona
Pinzón Vulgar
(Fringilla coelebs coelebs)
Pocos
04/03/2006
Valle de Alcudia
Jilguero
(Carduelis carduelis)
Pocos
04/03/2006
Valle de Alcudia
Triguero
(Emberiza calandra)
Pocos
04/03/2006
Sierra de Andújar
Eslizón Ibérico
(Chalcides bedriagai)
4 inds.
04/03/2006
Encinarejo
Percasol
(Lepomis gibbosus)
2 inds.