lunes, 24 de diciembre de 2012

CARROÑADA

     En un muladar de Ciudad Real, ubicado en la Sierra Morena oriental, asistí ayer a mi primera carroñada, donde tomé mis primeras fotografías de fauna silvestre, a los comensales del festín, que no solo fueron buitres. Todo gracias a José Luis Ojeda, quien me llevó allí como parte de nuestro trabajo de campo (con los pertinentes permisos en regla, tanto de la Administración Pública, como del propietario de la finca privada), quien me prestó la cámara y con quien compartí esta jornada campera.

Águila Imperial Ibérica

     Antes de las 6.00 de la mañana nos pusimos en marcha, pues teníamos una hora aproximadamente de camino por delante, y debíamos entrar en el hide antes de las primeras luces del alba, para evitar ser vistos por los buitres. Recorriendo los carriles interiores de la finca que conducen al muladar se nos cruzó un pequeño lirón careto, aún activo en el primer día del invierno. Lo cierto es que el día fue soleado, y apenas hizo frío.
     En plena oscuridad entramos en el hide, y desde el interior de su habitáculo, en las 12 horas que allí permanecimos, vimos levantarse el día, y así mismo ponerse, cuando la noche volvió a cubrir con su oscuro manto los montes mariánicos. La cogujada montesina cantaba temprano, con la primera claridad del día. Y con esa misma claridad, cuando todavía la luz no había alcanzado el fondo del valle donde nos encontrábamos, descubrimos que ya había buitres esperando la pitanza, un viejo negro entre unos pocos leonados.

Buitre Leonado y Buitre Negro

     Parecía que la carroña se hacía de rogar, y a nosotros empezaba a invadirnos cierta sensación de impaciencia, y mientras seguía nuestra espera, llegó otro buitre leonado a posarse en una encina. No podíamos arriesgarnos a hacerles fotos sin que estuvieran comiendo, pues podían desconfiar, o ahuyentarlos. Otros buitres permanecían a la espera posados en el suelo, pero fuera del muladar. Entre las ramas de las encinas también se movían unos estorninos negros, haciendo distintas imitaciones de otros cantos de aves que incluso llegaron a confundirnos. También llegaban a nuestros oídos los ásperos graznidos de los arrendajos que pululaban entre los quejigos a la espalda del hide. Algunos buitres más madrugadores, y quizás también los más hambrientos, habían levantado su pesado vuelo, y daban vueltas sobre el muladar. Los rabilargos también habían empezado a prospectar el terreno, así como una pareja de cuervos, que posados en la rama alta de una encina, se acicalaban en demostración de su amor corvino. Y sobre el muladar también voló una joven águila imperial.

Pareja de Cuervos, acicalándose

      Por fin llegó el guarda, y dejó los despojos de los ciervos donde le indicó José Luis. No tardaron mucho en llegar los primeros comensales, que tal y como describen los libros de Ciencia, fueron los córvidos, que con sus plumajes fanéricos llamaron la atención de los buitres. Los córvidos que aquí reclamaron a los buitres fueron los rabilargos, y como si de una cascada se tratara, los buitres que había fuera del muladar despegaron para volver a tomar tierra cerca de los restos de los venados, mientras del cielo se precipitaban los que antes cicleaban, y a su vez atraían como imanes a los que aún permanecían en la buitrera cercana. La joven imperial volvió a dar una pasada sobre el lugar, y la pareja de cuervos también regresó.

Buitres Leonados oteando desde la copa de una encina

Más Buitres Leonados que Negros esperando para comer





























     Pero la guinda del pastel la puso otro comensal que acudió al festín de vísceras. Una maravilla alada que cayó del cielo, y con su canto nos anunció su llegada al posarse en la rama más alta de una encina. Un águila imperial adulta que estuvo unos 4 minutos apostada a tan solo 35 metros de nosotros. Algo más tarde también se paró la joven imperial en otra encina del muladar, pero no podíamos verla. Escuchamos en varias ocasiones a lo largo del día los reclamos de la pareja de adultos, a los que también vimos sobrevolar el muladar, pero no volvieron a posarse por allí cerca.

Ejemplar adulto de Águila Imperial

     Entre tanto los buitres iban y venían durante todo el día, y las horas pasaban léntamente. Recelaban de comer más allá de algunos despojos sueltos. Parecían esperar al que alguno, el más hambriento, se atreviera a hincar su pico en la carne, pero cuando alguno lo intentaba, estallaba el duelo vultino. Los dominantes del grupo de buitres comunes, no permitían a sus congéneres comer. Abrían las alas y alzaban una de sus patas en actitud amenazante. Los negros, numéricamente muy inferiores a los leonados, se entremezclaban con ellos, pero sin obedecer sus protocolos.
 

Buitre Leonado en actitud de amenaza

Avalanzándose sobre una cabeza de ciervo
Comiendo













     Muy altas, en el cielo planearon junto a los buitres una pareja de cigüeñas comunes. Las chovas piquirrojas también se escuchaban al sobrevolar el muladar, incluso una se posó a lo lejos, al otro extremo de donde estábamos, pero no se acercó a la carroña. En las primeras horas de la tarde se oía el canto de las perdices, y una se aventuró a cruzar el muladar, picoteando entre la hierba. Más tarde también lo hizo una abubilla que afanosamente sondeaba el terreno en búsqueda de los invertebrados con los que se nutre.

Abubilla

     Y cuando al anochecer salíamos de la finca, pudimos ver ciervos, un zorro y muflones. Por la carretera, de vuelta, también se nos cruzó otro zorro.


Lista de Especies Observadas (Orden Sistemático):

  • Lirón Careto (Eliomys quercinus lusitanicus)
  • Zorro Rojo (Vulpes vulpes)
  • Muflón (Ovis orientalis)
  • Ciervo Rojo (Cervus elaphus)
  • Cigüeña Blanca (Ciconia ciconia)
  • Buitre Leonado (Gyps fulvus)
  • Buitre Negro (Aegypius monachus)
  • Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti)
  • Perdiz Roja (Alectoris rufa)
  • Abubilla (Upupa epops)
  • Cogujada Montesina (Galerida theklae)
  • Arrendajo Común (Garrulus glandarius)
  • Rabilargo Ibérico (Cyanopica cooki)
  • Cuervo Común (Corvus corax)
  • Chova Piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax) 
  • Estornino Negro (Sturnus unicolor)

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