domingo, 4 de enero de 2015

ESCAPADA A LA LAGUNA DE FUENTE DE PIEDRA

     Pocos planes hay que sean tan apetecibles como inaugurar el año reencontrándote con amigos como Isa, Javi, Paqui y Víctor, y a través de ellos conocer a otros tales como Ana, Antonio, Elena, Juan Fran y Mariló. Y si al encuentro le añadimos una escapada a un lugar que nunca antes había ido, y además para ejercer mi afición favorita, pajarear, el plan no podía ser mejor. Fue a la Laguna de Fuente de Piedra, conocida por ser la principal colonia de cría de flamenco de la Península Ibérica, adonde fuimos hace dos días.

La Laguna de Fuente de Piedra

     Tras desayunar en el pueblo que presta su nombre a la laguna, nos dirigimos al Centro de Visitantes José Antonio Valverde. En una pequeña laguna próxima a los aparcamientos ya podíamos disfrutar de contemplar cercanas fochas, cigüeñuelas, cercetas y patos cucharas. En las orillas una avefría bastante tranquila, que contrastaba con el inquieto andarríos que apenas se percibía entre la vegetación de la orilla. Una pareja de tarabillas se dejaba ver con suma facilidad, eligiendo como oteadero alguna rama dominante o los tallos más altos que sobresalían entre el seco pasto. La silueta del aguilucho lagunero pronto se esfumó entre las eneas, carrizos, masiegas y tarajes que forraban los bordes de la laguna.

Macho de Cerceta Común

Macho de Colirrojo Tizón
     Comenzamos un paseo hasta un observatorio, interrumpido por múltiples paradas para observar alguna ave que atraía nuestra atención. Nada más empezar a andar fue un colirrojo tizón él que nos hizo detenernos. Los mosquiteros también pululaban por allí entre la vegetación. Las lavanderas blancas se movían cercanas a las orillas. Y en agua nadaba alguna cerceta, por la que andaban las cigüeñuelas. Un barbecho cercano era sobrevolando por una hembra de cernícalo vulgar. Multitud de modestas gaviotas reidoras, en plumaje invernal, honrando su nombre con sus risotadas, volaban entre las más grandes y menos numerosas sombrías. Algunas avefrías más podía verse a lo lejos, junto a una hilera de tarajes, donde como un copo de nieve, cayó del cielo una garceta común. Los cultivos envolvían el otro lado de la laguna, donde las palomas torcaces empleaban como posaderos los tendidos eléctricos que circundan las carreteras.
     En primera línea de playa, en las orillas de la Laguna de Fuente de Piedra podían verse unas avefrías desde el observatorio, pero también la preocupante imagen de varios cadáveres de aves, esparcidos por la orilla. En las estructuras de la antigua salina que emergían sobre el agua de la laguna, descansaban infinidad de aves. Todas parecían ser gaviotas, a falta de llevar un telescopio con el que poder identificar otro tipo de ave, y la reverberación a consecuencia del sol.
     Volvimos sobre nuestros pasos, y en la pasarela de madera sobre el área encharcada del principio seguían viéndose las lavanderas y los mosquiteros, pero también un andarríos chico. Por los campos adyacentes pude escuchar pardillos y al buitrón, pero no llegué a verlos. Y además de tarabillas y colirrojos, sobre un arbusto, estuvo un rato posada una hembra de escribano palustre, que nos dio una buena oportunidad para observarla. También había algunas libélulas activas.

Hembra de Tarabilla Común

Mosquitero Común






























     Fuimos a almorzar a espaldas al Centro de visitantes, con vistas a la laguna. Entre los lentiscos donde se posaba de vez en cuando alguna que otra tarabilla, se movían los conejos. Mirábamos también una pequeña lagunilla donde nadaban no muy lejos algunas fochas y patos. Por el centro de la laguna se seguían divisando las gaviotas, pero también se intuían las siluetas de mayor tamaño de unos flamencos.

Cigüeñuela

     Salimos a dar otro paseo después de comer. En el cielo se mezclaban las grajillas con las gaviotas, intercambiando voces y gritos. Entre la espesura de algunas agrupaciones de tarajes descubrimos a las primeras gallinetas, que algo más tarde pudimos ver en áreas despejadas de vegetación, aunque también más lejos. Una rana saltó al agua al asomarnos a una pasarela. Los mosquiteros revoloteaban entre la vegetación palustre. Al final de nuestro paseo vimos más conejos, que pastaban en los prados en compañía de las gallinetas. Volviendo hacia el Centro, una garza real sobrevoló nuestro camino. Y sobre el tejado del Centro se congregaban unas grajillas y gorriones.

Garza Real

Grajillas






























     Tras una visita al Centro de Visitantes, volvimos a Fuente de Piedra, a acercarnos al Refugio del Burrito, donde mantienen a 90 pollinos, dependiente de The Donkey Sanctuary de Reino Unido. En los corrales donde viven, también entran pájaros como las cogujadas en las que me pude fijar.
     Nuestro objetivo final era dirigirnos en coche a otro observatorio al atardecer para ver la llegada de las grullas. Pero antes de llegar, nos vimos obligados a parar, pues en los campos aledaños que íbamos atravesando, vimos posadas algunas. Con ellas también había alguna avefría.

Grullas en los campos

     Entrando al observatorio que elegimos, se alarmaba un mirlo con nuestra presencia. Todavía no habían llegado las grullas. Sobre la laguna aparecían gaviotas esturreadas por todos lados, y los flamencos solo podíamos verlos de lejos. Antes que las grullas, entró a la laguna una gigantesca bandada de gaviotas, sumándose a las que ya había. Y desde el horizonte donde el sol se ponía enrojeciendo el cielo, vimos pasar sobre nuestras cabezas cuatro bandos de grullas que fueron a posarse a orillas de la laguna que resplandecía bajo la luna casi llena. Costaba contener la emoción de ver pasar tan de cerca las grullas, emitiendo su característico trompeteo.

El vuelo de las grullas al atardecer


(*) Fotografías: gentileza de Juan Fran Cabrera.


Lista de Especies Observadas (Orden Sistemático):

  • Conejo Europeo (Oryctolagus cuniculus algirus)
  • Garceta Común (Egretta garzetta)
  • Garza Real (Ardea cinerea)
  • Flamenco Común (Phoenicopterus ruber)
  • Cercerta Común (Anas crecca)
  • Cuchara Europeo (Anas clypeata)
  • Aguilucho Lagunero Occidental (Circus aeruginosus)
  • Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus)
  • Gallineta Común (Gallinula chloropus)
  • Focha Común (Fulica atra)
  • Grulla Común (Grus grus)
  • Cigüeñuela Común (Himantopus himantopus)
  • Avefría Europea (Vanellus vanellus)
  • Andarríos Chico (Actitis hypoleucos)
  • Gaviota Reidora (Chroicocephalus ridibundus)
  • Gaviota Sombría (Larus fuscus)
  • Paloma Torcaz (Columba palumbus)
  • Cogujada Común (Galerida cristata)
  • Lavandera Blanca (Motacilla alba alba)
  • Colirrojo Tizón (Phoenicurus ochruros)
  • Tarabilla Común (Saxicola torquatus rubicola)
  • Mirlo Común (Turdus merula)
  • Buitrón (Cisticola juncidis)
  • Mosquitero Común (Phylloscopus collybita)
  • Grajilla Occidental (Corvus monedula)
  • Gorrión Común (Passer domesticus)
  • Pardillo Común (Carduelis cannabina)
  • Escribano Palustre (Emberiza schoeniclus)
  • Rana Verde Ibérica (Pelophylax perezi)

3 comentarios:

  1. Gracias Pedro, un estupendo informe, acompañado de esas fantásticas fotos. Fue un placer pasar el día con vosotros. Lo recordare con mucho cariño. Besos Ana.

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  2. Emotivo y pedagógico relato, Pedro. Es un lujo contar con amigos y compañeros como tú del que todos los días tenemos algo que aprender.
    Gracias por amar y defender al planeta, sus habitantes y sus recursos.
    Un abrazo, Paki

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  3. Una gozada poder compartir experiencias con gente tan genial y tan generosa, que tanto nos permitís aprender. Y la crónica una maravilla.
    Un abrazo. Juanfran.

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