viernes, 16 de septiembre de 2011

CAMPO DE VOLUNTARIADO AMBIENTAL: RUTA POR CABO DE GATA-NÍJAR

     El día 9 de septiembre teníamos programada una visita al Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Los más pajareros del grupo, David Moreno, Manolo Rodríguez y yo, habíamos quedado con un monitor biólogo, Juan Sánchez, en madrugar para bichear sin prisas desde primera hora de la mañana. Fran Silva, otro monitor aficionado a la fotografía de naturaleza, también nos hubiera acompañado con ganas, pero sus deberes con el resto del grupo, le obligaron a quedarse en Roquetas.
     Juan nos llevo a una zona cercana a Almería, conocida como Las Amoladeras. Allí aparcó la furgoneta junto a un edificio que tenía el cometido de albergue, aunque no parecía estar en uso. Salimos a andar, mientras el sol se levantaba, iluminando un árido paisaje, casi desértico, donde las únicas plantas que crecían eran espartos, azufaifos, palmitos y pitas. La primera etapa de nuestra marcha discurrió muy tranquila, sin que viésemos nada moverse. Tan solo una curruca tomillera en vuelo, al echar un vistazo atrás, que la llevó a ocultarse en el interior de un espinoso azufaifo. Más adelante vimos un alcaudón real posado en una pita, y a partir de este momento, nuestra ruta empezó a animarse con más avistamientos. Las pitas constituían un posadero perfecto para alcaudones y cernícalos, y hasta para una gran rapaz de la talla del águila culebrera. Se trataba de un individuo bastante claro (morfo pálido), carente de la capucha y de las motas en el vientre que suele presentar la especie, que nos entretuvo un buen rato ante la dificultad que tuvimos para identificarla. En las colinas también observábamos grandes grupos de garcillas bueyeras, y también algunas garcetas comunes. Y cerca de ellas, sobrevolaban cernícalos y aguiluchos cenizos y laguneros. También volaban por la zona una ingente cantidad de aviones y golondrinas comunes y dáuricas, concentraciones estas, premigratorias. Mientras se escuchaba el melódico canto de la cogujada montesina. Sin haber visto ni oído las aves esteparias características del lugar, alcaravanes y gangas, decidimos volver. Hasta que llegamos a la furgo vimos más alcaudones y también algunas cogujadas, además de algunas jóvenes lagartijas colirrojas.

Detalle de una rama de Azufaifo

     Pero antes de ir al encuentro del resto del grupo, Juan nos llevó a una pequeña y somera charca donde vimos un par de andarríos chicos, y a continuación fuimos a una laguna próxima, como un brazo de agua que llegaba a desembocar al mar, donde esperábamos ver al chorlito carambolo, aunque sin éxito. En cambio si pudimos ver fochas, azulones, una hembra de pato cuchara y un interesantísimo avistamiento de tres cercetas pardillas. Y en la entrada de este brazo de agua en la playa, en las arenas costeras, había algunos correlimos. Antes de marcharnos, a lo lejos, también nos llamó la atención el paso de un grupo de trece cigüeñas comunes que cicleaban en el cielo.

Cercetas Pardillas

     Nos reunimos con el resto del grupo en el Centro de Visitantes del Geoparque, y de allí partimos para hacer una ruta interpretativa por Cabo de Gata-Níjar, aunque poco pajarera. Guiados una vez más por José Manuel López Martos fuimos al Cortijo del Fraile, pasamos por Los Escullos, y visitamos las Minas de Rodalquilar, el Centro Geoturístico La Casa de los Volcanes y el Jardín Botánico el Albardinal antes de parar a comer, en la Batería de San Felipe de los Escullos. A lo largo del trayecto pudimos ver más cernícalos, y algunas collalbas negras entre los farallones rocosos de Los Escullos, sin embargo nos falto ver un emblemático habitante de esta zona: el camachuelo trompetero. En el Jardín Botánico, vimos entre unas rocas, bajo un acebuche, un lagarto ocelado.

Cortijo del Fraile


Minas de Rodalquilar





























     Después de comer nos llevaron a la Playa de Mónsul donde, además de bañarnos y tomar el sol, tuvimos ocasión de volver a ver las praderas submarinas de Posidonia oceanica, y donde gracias a unas compañeras, Lucía Pérez y Julia Rodríguez, aprendí a identificar la holoturia, conocida coloquialmente como pepino de mar. Entre estas formaciones vegetales nadaban grandes bancos de salemas, pero donde se concentraban una gran variedad de peces eran en las proximidades a las rocas, entre los que eran muy fáciles de identificar las julias por los bellos colores que adornan sus alargados cuerpos. Junto con Menia Ibánez, dimos un rodeo a las rocas, observando además de los peces, las anémonas y los erizos de mar que a ellas se aferraban. Y como en cualquier playa, tampoco faltaban las gaviotas.

Sub-desierto de Cabo de Gata-Níjar (Los Escullos)


Arrecife del Dedo


























     Después nos llevaron al cercano Arrecife de las Sirenas. El corto tramo que separa la Playa de Mónsul del Arrecife de las Sirenas, discurre paralelo al mar, entre acantilados en los que volvimos a ver collalbas negras y cernícalos. El Arrecife de las Sirenas se halla sobre la divisoria donde se mezclan por última vez las aguas del Atlántico con las del Mediterráneo. Además de la hermosa vista que teníamos del mar y del acantilado, también era posible ver a las gaviotas.

Arrecife de las Sirenas
El Mar Mediterráneo, al fondo del acantilado del Arrecife de las Sirenas



























     Y finalmente, por la tarde, fuimos a las Salinas de Cabo de Gata a observar aves. Desde el observatorio se controlaba la laguna donde estaban presentes los flamencos, las avocetas, las cigüeñuelas, las agujas y los archibebes. Por la superficie de sus aguas nadaban fochas y ánades reales, pero también unos pocos tarros blancos. Las gaviotas de Audouin y patiamarilla no faltaban en el entorno de las Salinas. Los cuatro mismos que más madrugamos, fuimos también los más rezagados, los que nos quedamos algún tiempo más en el observatorio, después de que el resto del grupo se marchara de vuelta a Roquetas, lo que nos acabó brindando la oportunidad de ver un chorlito gris. Además, entre los claros de la vegetación aledaña al observatorio, también se movían algunos conejos.

Salinas de Cabo de Gata-Níjar

(*) Fotografías: gentileza de Susana Estudillo, Sergio García, Menia Ibánez, Lucía Pérez y Juan Sánchez (orden alfabético).


Lista de Especies Observadas (Orden Sistemático):

  • Conejo Europeo (Oryctolagus cuniculus algirus)
  • Garcilla Bueyera (Bubulcus ibis)
  • Garceta Común (Egretta gazetta)
  • Cigüeña Blanca (Ciconia ciconia)
  • Flamenco Común (Phoenicopterus roseus)
  • Tarro Blanco (Tardona tardona)
  • Ánade Azulón (Anas platyrhynchos)
  • Cuchara Común (Anas clypeata)
  • Cerceta Pardilla (Marmaronetta angustirostris)
  • Aguilucho Lagunero Occidental (Circus aeruginosus)
  • Aguilucho Cenizo (Circus pygargus)
  • Culebrera Europea (Circaetus gallicus)
  • Cernícalo Vulgar (Falco tinnuculus)
  • Focha Común (Fulica atra)
  • Cigüeñuela Común (Himantopus himantopus)
  • Avoceta Común (Recurvirostra avosetta)
  • Chorlito Gris (Pluvialis squatarola)
  • Aguja Colinegra (Limosa limosa)
  • Archibebe Común (Tringa totanus)
  • Andarríos Chico (Actitis hypoleucos)
  • Gaviota de Audouin (Larus audouinii)
  • Gaviota Patiamarilla (Larus michahellis)
  • Cogujada Montesina (Galerida theklae)
  • Golondrina Común (Hirundo rustica)
  • Golondrina Dáurica (Cecropis daurica)
  • Avión Común (Delichon urbicum)
  • Collalba Negra (Oenanthe leucura)
  • Curruca Tomillera (Sylvia conspicillata)
  • Alcaudón Real (Lanius meridionales)
  • Lagarto Ocelado (Timon lepidus nevadensis)
  • Lagartija Colirroja (Acanthodactylus erythrurus)
  • Pez Doncella (Coris julis)
  • Salema (Sarpa salpa)

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