viernes, 22 de octubre de 2010

UN DÍA CUALQUIERA EN LA SIERRA DE ANDÚJAR

     El miércoles pasado por la mañana, quedé con Rocío para enseñarle algunos de los rincones más emblemáticos de la Sierra de Andújar. Queríamos aprovechar que estábamos entre semana y la sierra estaría tranquila. El día se presentaba prometedor, puesto que hacía buen tiempo y no teníamos ninguna prisa en volver.
     En primer lugar fuimos hasta el Río Cabrera. Por el camino, mientras recorríamos estos montes de la Sierra Morena oriental, vimos algunos ciervos, bandos de rabilargos y de pinzones, un carbonero común y un pito real. Pero debido a que esta estrecha carretera de curvas sinuosas, por desgracia cada vez tiene más tráfico, llegamos pronto y directos al río, sin habernos parado. Anduvimos por el lecho del río, todavía seco, pero apenas nos habíamos apeado del coche, y ya escuchamos la corvina voz del águila imperial, y más tarde, cuando regresábamos, conseguimos ver una pareja sobrevolando su territorio. Durante el paseo también vimos buitres leonados y algunos arrendajos, y también se nos cruzó un conejo. Como el día fue caluroso a pesar de ser octubre, entre los cantos rodados del río correteaban pequeñas lagartijas ibéricas, y en las pozas más hondas que aún conservan agua, se apresuraban a refugiarse los galápagos leprosos asustados por nuestros pasos. En el barro de las proximidades de estas pozas encontramos baños de jabalíes. Pero nos supuso una gran decepción no poder llegar hasta las inmediaciones del Rosalejo, pues una valla que atravesaba el río, nos cortaba el paso. Otra aberración más del hombre en su afán de dominio. Cuando ya nos marchábamos de este enclave, recorriendo el carril que nos llevaría de nuevo a la carretera, pudimos observar a un ratonero posado en un poste.
     Al bajar al puente de hierro que cruza el Río Jándula, no faltaron las grajillas, siempre presentes en las inmediaciones de este puente, saltando entre las ramas de los chopos negros, y por el carril que nos conduciría al Encinarejo, sorprendimos más cerca, a otro ratonero en un poste, que levantó el vuelo en cuanto frené el coche, pero nos brindó la oportunidad de contemplar su silueta volando sobre nuestras cabezas. Aquí comimos, en los merenderos del área recreativa, acompañados por colirrojos y petirrojos, que revoloteaban entre las rocas y los arbustos respectivamente. Después de comer, nos desperezamos y fuimos a caminar un poco, subiendo hasta las casas del embalse. En este paseo pudimos ver animales pertenecientes a todas las clases zoológicas. Por los mamíferos estaban gamos y algunos conejos. Las aves, como casi siempre, fueron las más numerosas y variadas, con una hembra de gavilán, un par de garzas reales y otro par de cormoranes grandes, una gallineta, una abubilla, mirlos, perdices, un cuervo, urracas, rabilargos y un macho de curruca cabecinegra. Los reptiles estaban representados por una salamanquesa común y un galápago leproso. Una rana, que rauda saltó a refugiarse su poza, fue el único anfibio que vimos. Los peces del río, aunque numerosos, solo resultaron ser grandes carpas. Y hasta algunos invertebrados aparecieron ante nosotros, con un ciempiés por parte de los miriápodos, y en cuanto a los insectos, en el mismo carril se nos cruzaron un curioso ortóptero ("saltamontes") saltando con sus patas traseras superdesarrolladas, y una mantis (Iris oratoria) bastante fotogénica que no dudó en ponerse en guardia ante nuestra presencia.
     Hacía la tarde fuimos hasta La Lancha y conseguimos llegar con luz. Durante este recorrido seguimos viendo ciervos, gamos y conejos, y más rabilargos, urracas, perdices y tórtolas turcas. En las paradas que hicimos en la pista conseguimos observar pinzones, buitres leonados, una pareja de buitre negro, y un cernícalo haciendo honor a su nombre, cerniéndose en el cielo, suspendido en el firmamento. Aunque las lluvias caídas hasta ahora no han sido muy intensas, y el celo del ciervo, la berrea, ha sido difuso, no por ello dejamos de escuchar sus berridos que aún retumban en las serranías de la Cordillera Mariánica, e incluso fuimos testigos de un combate entre dos jóvenes machos, que chocaban sus cuernas escasamente ramificadas. En las cercanías del Embalse del Jándula nos detuvimos para hacer una pequeña ruta a pie. Bajamos hasta un túnel de piedra donde encontramos plumas de cárabo y vimos un murciélago, a saber de que especie. Mientras bajábamos vimos ciervos y palomas torcaces, y sobre las aguas del pantano volaban bandadas de cormoranes. Poco después, volvimos a hacer otra parada, esta vez en La Lancha para andorrear entre las ruinas de las casas del viejo poblado. Nada más bajarnos, nos encontramos con un viborezno de víbora hocicuda en el mismo rellano donde aparqué el coche, que no sé como no atropellé. Al estar en un llano despejado de hierbas y de piedras, pudimos observarlo con todo lujo de detalles, e incluso manipularlo, con cierta precaución, para evitar que se refugiara bajo las ruedas del coche. Finalmente llegamos hasta la presa, desde donde vimos más ciervos, una lavandera cascadeña, dos garzas reales y una pareja de acrobáticas chovas piquirrojas. Hicimos el corto sendero que hay en este lugar, y cenamos escuchando el potente ulular del búho real. Ya de noche, regresemos por el mismo camino que a la ida. Un conejo, los ciervos y los gamos que nunca faltan en este recorrido, así como la fugaz visión de un mochuelo que oteaba desde el poste de una valla que linda con la carretera, y que emprendió el vuelo en cuanto la luz del coche le rozó, fue todo lo que vimos y así terminamos el día. ¡Lástima que ni Rocío ni yo tengamos cámara de fotos!


Lista de Especies Observadas (Orden Sistemático):

  • Conejo  Europeo (Oryctolagus cuniculus algirus)
  • Ciervo Rojo (Cervus elaphus)
  • Gamo (Dama dama)
  • Cormorán Grande (Phalacrocorax carbo)
  • Garza Real (Ardea cinerea)
  • Buitre Leonado (Gyps fulvus)
  • Buitre Negro (Aegypius monachus)
  • Gavilán Común (Accipiter nisus)
  • Busardo Ratonero (Buteo buteo)
  • Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti)
  • Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus)
  • Perdiz Roja (Alectoris rufa)
  • Gallineta Común (Gallinula chloropus)
  • Paloma Torcaz (Columba palumbus)
  • Tórtola Turca (Streptopelia decaocto)
  • Mochuelo Europeo (Athene noctua vidalii)
  • Búho Real (Bubo bubo)
  • Abubilla (Upupa epops)
  • Pito Real (Picus viridis sharpei)
  • Lavandera Cascadeña (Motacilla cinerea)
  • Petirrojo Europeo (Erithacus rubecula)
  • Colirrojo Tizón (Phoenicurus ochruros)
  • Mirlo Común (Turdus merula)
  • Curruca Cabecinegra (Sylvia melanocephala)
  • Carbonero Común (Parus major)
  • Arrendajo Común (Garrulus glandarius)
  • Rabilargo Ibérico (Cyanopica cooki)
  • Urraca (Pica pica melanotos)
  • Cuervo Común (Corvus corax)
  • Grajilla Común (Corvus monedula)
  • Chova Piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax)
  • Pinzón Vulgar (Fringilla coelebs coelebs)
  • Galápago Leproso (Mauremys leprosa)
  • Salamanquesa común (Tarentola mauritanica)
  • Lagartija Ibérica (Podarcis hispanica)
  • Víbora Hocicuda (Vipera latastei)
  • Rana Verde Ibérica (Pelophylax perezi)
  • Carpa Común (Cyprinus carpio)

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