viernes, 16 de noviembre de 2012

RUTAS POR SIERRA MÁGINA: EL ADELFAL DEL RÍO CUADROS Y EL CAÑO DEL AGUADERO


    Ayer volvimos los cuatro a Sierra Mágina con la idea de seguir haciendo reconocimiento de senderos. Pero antes de nada nos pasamos por el Centro de Visitantes del Castillo de Jódar. Mientras recorríamos las estribaciones de Sierra Mágina se observaban las lejanas grajillas, como puntos negros en el cielo. Un cuervo cruzó más bajo sobre la carretera.
     En esta ocasión teníamos previsto reconocer los senderos del Adelfal del Río Cuadros y el Castillo de Albánchez, pero la falta de tiempo no nos dejó hacer este último. Aunque ambos son muy cortos, están bastante alejados uno del otro, e invertimos bastante tiempo en el recorrido del primero.

Río Cuadros

     Constituye el Adelfal del Río Cuadros una senda botánica exuberante, donde además de las gigantes adelfas, también se pueden apreciar ejemplares enormes de lentisco, cornicabra y agracejo. Las condiciones microclimáticas y de humedad de la garganta por la que discurre el río, permite estos inusuales crecimientos en plena región mediterránea. La orla del encajonado valle la constituyen bosques de pinos carrascos que trepan por las pronunciadas pendientes.

Área recreativa del Adelfal del Río Cuadros

     El incesante sonido de la corriente agua hace imperceptible el canto de cualquier pájaro en el interior del adelfal. Tampoco resulta fácil conseguir avistar ningún animal entre la espesura. No obstante logramos ver dos ardillas, además de poder observar por un rato un ave al que no esperábamos encontrar, el mirlo acuático. Afortunadamente el rechoncho pájaro de agua permaneció posado sobre una roca del río durante unos momentos, más que suficiente para identificarlo sin lugar a dudas.

Vistas hacia las cumbres de Sierra Mágina, desde el Adelfal

     Aunque el trayecto es lineal, volvimos recorriendo un pequeño tramo del paralelo sendero de las Viñas, bajo el pinar. Aquí fue un carbonero el que delató su presencia a través de su canto.
     Tras almorzar ya no teníamos tiempo para ir a Albánchez de Mágina, así que recorrimos con el coche un tramo del camino del Caño del Aguadero. Los pequeños bandos de pinzones nos salían al paso, y también pudimos ver una collalba negra.

Camino del Caño del Aguadero

     
(*) Fotografías: gentileza de Merche Coco.


Lista de Especies Observadas (Orden Sistemático):

  • Ardilla Roja (Sciurus vulgaris)
  • Mirlo Acuático Europeo (Cinclus cinclus)
  • Collalba Negra (Oenanthe leucura)
  • Carbonero Común (Parus major)
  • Grajilla Común (Corvus monedula)
  • Cuervo Común (Corvus corax)
  • Pinzón Vulgar (Fringilla coelebs coelebs)

miércoles, 14 de noviembre de 2012

SENDERISMO EN SIERRA MÁGINA: LA CUEVA DE LA GRAJA Y EL PINAR DE CÁNAVA

     Ayer nos desplazamos Roland, Merche, Azu y yo hasta Sierra Mágina para comenzar con el reconocimiento de senderos para las actividades de Educación Ambiental que próximamente realizaremos. Concretamente fuimos hasta Jimena, donde en sus inmediaciones parten las subidas que conducen hasta la Cueva de la Graja y el Pinar de Cánava.
     En primer lugar fuimos hasta la Cueva de la Graja, para la que debimos pedir las llaves. Está cerrado el acceso a la cueva, en aras de mantener unas pocas pinturas rupestres, ya de por si en mal estado de conservación. Tampoco existe tal cueva, más allá de una simple oquedad en la pared rocosa. Y no son grajas los córvidos allí instalados, si no grajillas a las cuales pudimos ver en un gran número cuando bajábamos. Bajo las mismas surcaron el aire dos cuervos. Pocas más aves pudimos ver además unos cuantos jilgueros al inicio del sendero, y algún mirlo.

Pinturas rupestres de la Cueva de la Graja

     El Pinar de Cánava está formado por viejos pinos carrascos, de espectacular porte algunos ejemplares. Entre los arbustos más o menos dispersos que tapizan el suelo del pinar se movían los zorzales. Cuando sobrepasamos el pinar, comimos en un pequeño llano junto a las ruinas de un cortijo. Escuchábamos la cascada de notas musicales del verdecillo, mientras podíamos ver al roquero solitario y al colirrojo tizón por las rocas, y el paso de palomas torcaces, grajillas y chovas.
     En cambio el sendero que asciende al Pinar de Cánava, más largo, fue más variado en observaciones de aves, sobe todo a la vuelta. Pero sin embargo resultaron de mayor interés las observaciones de la ida. Al poco de comenzar nuestra marcha no tardamos en descubrir dos águilas perdiceras. Una de ellas la perdimos pronto de vista, pero la otra, aunque lejos, se dejó ver más tiempo cicleando y dando pasadas por la zona. Más adelante, llegando al pinar, fue un macho de cabra montés lo que pudimos observar. Durante el camino se oyeron la perdiz y el pito real.

Macho de Cabra Montés

















Sendero del Pinar de Cánava
     Bajando, al volver a atravesar el pinar, deparamos en un cernícalo que volaba sobre el mismo. Dedicamos tiempo a observar a los colirrojos que se movían por las cercanías del camino, acompañando a las cogujadas montesinas. Entre estos pájaros también pudimos descubrir un par de escribanos montesinos. Y ya en la parte más baja del sendero fueron unas currucas capirotadas y un verderón los pájaros que pudimos ver al acabar nuestro recorrido.

(*) Fotografías: gentileza de Merche Coco.


Lista de Especies Observadas (Orden Sistemático):

  • Cabra Montés (Capra pyrenaica hispanica)
  • Águila de Bonelli (Aquila fasciata)
  • Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus)
  • Perdiz Roja (Alectoris rufa)
  • Paloma Torcaz (Columba palumbus)
  • Pito Real (Picus viridis sharpei)
  • Cogujada Montesina (Galerida theklae)
  • Colirrojo Tizón (Phoenicurus ochruros)
  • Roquero Solitario (Monticola solitarius)
  • Mirlo Común (Turdus merula)
  • Zorzal Común (Turdus philomelos)
  • Curruca Capirotada (Sylvia atricapilla)
  • Grajilla Común (Corvus monedula)
  • Cuervo Común (Corvus corax)
  • Chova Piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax)
  • Verdecillo Común (Serinus serinus)
  • Verderón Común (Chloris chloris)
  • Jilguero (Carduelis carduelis)
  • Escribano Montesino (Emberiza cia)

domingo, 4 de noviembre de 2012

RECORRIENDO EL SENDERO DEL EMPEDRAILLO

     Con motivo de las labores de Educación Ambiental que realizaremos en Despeñaperros próximamente, Mercedes Coco, Azucena Roa y yo, acudimos ayer a la zona para comprobar in situ que posibilidades tiene para el desarrollo de actividades. Yo trabaje allí hace dos años, por lo que ya conocía el lugar.
     Tras una minuciosa visita al Centro de Visitantes Puerta de Andalucía, nos dirigimos a Miranda del Rey, donde nos disponíamos a hacer el reconocimiento de uno de los tres senderos que de allí parten: El Empedraillo. Los otros dos son el del Molino del Batán y el del Río de la Campana. Este último, también debíamos recorrerlo, además del de la Cueva de los Muñecos (Monumento Natural de Los Órganos), pero la falta de tiempo nos obligo a posponerlo para otro día.

     Invertimos buena parte de la mañana y primeras horas de la tarde en recorrer todo el trazado del sendero. El Empedraillo no solo nos ofrece diversas formaciones vegetales, si no que además tiene un gran interés histórico y cultural, del que la semana anterior nos habíamos empapado visitando el Museo de la Batalla de las Navas de Tolosa y participando en una ruta guida sobre la misma.

Sendero del Empedraillo

     Al comienzo del sendero, el fresco aroma a tierra inunda nuestras pituitarias, y los petirrojos nos anuncian con su canto que ya han llegado a sus cuarteles de invernada. Se abre camino el sendero entre pinares de pino piñonero y resinero, procedentes de repoblaciones forestales, que se mezcla con bosque primigenio de encinas, alcornoques y quejigos. De sus profundidades emanan las gárrulas discusiones de los arrendajos, que también se dejan ver con facilidad en sus vuelos. Mas discretos resultan los pájaros carpinteros, el pico picapinos, al que de vez en cuando se oye emitiendo su característico pitido monosilábico. De vez en cuando se ve alguna que otra torcaz sobrevolando el dosel forestal. Pero son los pinzones los pájaros que mas se dejan ver a lo largo del camino. Un tramo de la primera parte discurre paralelo al Arroyo del Hornillo donde observamos algunos alisos y tamujos. Durante el recorrido recibimos una buena noticia, también nos han adjudicado Sierra Mágina para trabajar allí.
     Llegamos a un punto en el que abandonamos provisionalmente el sendero para asomarnos al cortijo del Hornillo, donde entre sus ruinas nos fijamos en las balsas que se utilizaban para la obtención del ládano de las jaras. En sus inmediaciones aún se conservan algunos nogales plantados en terrazas.

Alcornoque muerto

     Proseguimos nuestro camino que asciende hacia el Empedraillo propiamente dicho, tramo empedrado que suele pensarse que es una antigua calzada romana, aunque según revelan ciertas investigaciones, más bien se trataría de un camino medieval. Poco antes, pasamos por una pequeña mancha forestal de quejigos y alcornoques donde nos detenemos para contemplar la escalada del pequeño agateador por un tronco. Esta parada nos permite deparar en un grupo de mitos que revolotean por allí. Y mientras también pasa un herrerillo común, mientras que a su pariente el capuchino se le escucha en la espesura.
     El camino empedrado nos conduce a un balcón natural desde el que contemplar el escarpado paisaje que ofrece el Salto del Fraile o de la Graja. Pero a pesar de que las lluvias de los últimos días han sido cuantiosas, no pudimos ver la cascada del Arroyo del Rey. Las cumbres eran coronadas por el planeo de los buitres, casi sumergidos en las bajas nubes que cubrían el cielo plomizo. También pudimos observar la silueta de una pareja de águilas reales en otro punto del cielo. Cuando se perdieron de vista, volvemos a centrar la atención en aquellos buitres, y entre ellos descubrimos los asombrosos picados de un par de chovas.
     La recta final del camino baja entre un denso y monótono jaral. Pero por aquí nos acercamos a la Mesa del Rey, donde estuvo asentado el campamento cristiano antes de la Batalla de las Navas de Tolosa (16 de Julio de 1212), meseta ahora ocupada por pinos.

Mesa del Rey

     Después de almorzar, nos dirigimos hacia el Ecomuseo El Apriso, donde se inicia el sendero de la Cueva de los Muñecos. Por la estrecha carretera de Aldeaquemada podíamos ver buitres. La tarde empezaba a despejarse. Actualmente el museo permanece cerrado, pero Merche había quedado con el alcalde de Santa Elena en abrirlo para que pudiéramos informarnos sobre los recursos que ofrece el lugar. Pero resulta que las llaves estaban en posesión de una partida de monteros, los cuales disponían del centro para su uso y disfrute durante el fin de semana. En fin, parece que la caza es un tema prioritario sobre la Educación Ambiental. Esperamos un rato en las inmediaciones del museo, pero nadie llego, a pesar de lo que nos había asegurado el dueño de la casa rural cercana, quien era responsable de las llaves del centro. El tiempo que allí estuvimos me permitió ver una cogujada montesina, que cantó desde un cable del tendido eléctrico, y unas lavanderas blancas que pasaron volando.

(*) Fotografías: gentileza de Merche Coco.
                                                                              

Lista de Aves Observadas (Orden Sistemático):

  • Buitre Leonado (Gyps fulvus)
  • Águila Real (Aquila chrysaetos)
  • Paloma Torcaz (Columba palumbus)
  • Pico Picapinos (Dendrocopos major)
  • Cogujada Montesina (Galerida theklae)
  • Lavandera Blanca (Motacilla alba alba)
  • Petirrojo Europeo (Erithacus rubecula)
  • Mito Común (Aegithalos caudatus irbii)
  • Herrerillo Capuchino (Lophophanes cristatus)
  • Herrerillo Común (Cyanistes caeruleus)
  • Agateador Común (Certhia brachydactyla)
  • Arrendajo Común (Garrulus glandarius)
  • Chova Piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax)
  • Pinzón Vulgar (Fringilla coelebs coelebs)