lunes, 18 de junio de 2012

SESIÓN DE FOTOGRAFÍA EN EL RÍO ALMANZORA

     El Río Almanzora, como todos los ríos que surcan el levante almeriense, se seca con los rigores veraniegos, dando lugar a las características ramblas del sureste ibérico. Pero este año, a falta de lluvias, prácticamente no ha llevado agua. Solo el soto lineal de tarajes, cañas y juncos indican que se trata de un cauce por el que alguna vez discurre agua. A su paso por Olula del Río, hay un punto donde siempre hay agua, procedente de una fuente que la vierte hasta el río. Allí estuvimos Fran y yo un par de horas por la tarde de ayer. Y es que un charco permanente se convierte en un lugar idóneo donde observar aves que acuden no solo a saciar su sed, si no también a tomar un refrescante baño que las alivie del calor.

Hembra de Gorrión Común tomando un refrescante baño

     Nada más llegar al sitio ya podíamos observar a los gorriones repartidos por el perímetro del charco, mientras que aviones y golondrinas daban repetidas pasadas sobre la superficie del agua en vuelo. Las tórtolas turcas esperaban posadas en un cable, mientras unos abejarucos volaban por allí cerca.

Jilguero macho

     Tras montar el hide no tardaron mucho en volver los gorriones, que fueron los más numerosos y confiados de todos los pájaros que por allí aparecieron, y nos sirvieron de mucho que acudieran en repetidas ocasiones, pues no solo suponían una distracción para nosotros, si no porque también parecían tranquilizar a otras aves, indicándoles que allí no había ningún peligro. Un par de lavanderas blancas también se movieron por las orillas del charco con bastante tranquilidad. En cambio solo bajó una tórtola turca una única vez a beber, y no tardó demasiado en levantar el vuelo. Unos cuantos jilgueros, y unos verderones y verdecillos dispersos también se dejaron ver. Las golondrinas y los aviones pasaban casi constantemente pero nunca llegaron a posarse. En cambio los abejarucos, aunque los vimos volar cerca, nunca se acercaron al charco. Unas cañas que había delante de nosotros, por donde discurría la reguera que mantiene el charco con agua, servían de posadero a los gorriones. A esa reguera también bajaban los pájaros a beber, uno de los cuales fue el papamoscas gris. Y entre esas cañas también voló un mirlo. Además de los pájaros a los que espiábamos, desde el interior de hide también podíamos escuchar a las aves del entorno, el parloteo de los gorriones, el arrullo de las tórtolas, el cacareo de las urracas, el trino de un pequeño bando de jilgueros y las variadas estrofas del zarcero bereber (zarcero pálido occidental). Y ya casi al final de nuestra jornada, surgió de la espesura un zarcero bereber, que estuvo posado en unos juncos junto al hide.

Zarcero Pálido

     Mientras recogíamos el hide, seguían viéndose algunos confiados gorriones y una lavandera que bajaron al charco. También, entre las ramas bajas de un taray nos fue posible distinguir un ruiseñor. Y para concluir nuestra breve jornada dimos un corto paseo en el que descubrimos una pequeña culebra viperina, y pudimos observar varios zarceros.

Macho de Verdecillo Común

(*) Fotografías: gentileza de Francisco Silva.


Lista de Especies Observadas (Orden Sistemático):

  • Tórtola Turca (Streptopelia decaocto)
  • Abejaruco Europeo (Merops apiaster)
  • Golondrina Común (Hirundo rustica)
  • Avión Común (Delichon urbicum)
  • Lavandera Blanca (Motacilla alba alba)
  • Ruiseñor Común (Luscinia megarhynchos)
  • Mirlo Común (Turdus merula)
  • Zarcero Bereber (Iduna opaca)
  • Papamoscas Gris (Muscicapa striata)
  • Urraca (Pica pica melanotos)
  • Gorrión Común (Passer domesticus)
  • Verdecillo Común (Serinus serinus)
  • Jilguero (Carduelis carduelis)
  • Verderón Común (Chloris chloris)
  • Culebra Viperina (Natrix maura)

miércoles, 6 de junio de 2012

EL FINAL DE LA PRIMAVERA EN LA SIERRA DE ANDÚJAR

     A primeros de junio, aunque la primavera todavía no ha llegado a su fin, el verano ya está pidiendo paso, golpeándonos con calurosas temperaturas. La Naturaleza parece haberse detenido, como si hubiera entrado en un letargo estival. Los pastos ya están agostados en la Sierra de Andújar, donde solo árboles y arbustos mantienen el verde en sus hojas. Pero observando este entorno con detenimiento, mirando y escuchando a nuestro alrededor, descubriremos que la vida sigue su curso. Estos dos días atrás, Juanmi, Mª José y yo hemos estado andorreando por estos parajes.

     Ellos venían de Puertollano así que no llegaron hasta la tarde, pero yo salí hacia medio día para exprimir al máximo la jornada. El calor era sofocante a esas horas, pero subiendo por la sierra pude ver rabilargos y algunos mirlos por la carretera. Primero me dirigí hacia La Lancha, en cuyo camino me encontré además de las aves citadas anteriormente, a las urracas y a los zorzales charlos. Tan solo efectué una parada para identificar a un buitre leonado que volaba en solitario. También un lagarto se cruzó por el polvoriento carril.
     Cuando llegué a las conocidas curvas de La Lancha encontré pocas sombras, pero ni entre las pocas que había, conseguí aliviarme del calor, y sin realizar una observación profunda del terreno me marché, pensando en ir al Encinarejo donde a la vera del río, esperaba encontrar más frescor.
     A pesar de que el calor arreciaba, volviendo deparé en más animales que a la ida. Además de las urracas y rabilargos, pude observar palomas entre los encinares adehesados y tórtolas turcas posadas en los tendidos eléctricos. También me fije en los gorriones comunes que viven en las inmediaciones de las casas, y al girar en una curva me percaté del canto del gorrión chillón. Aunque traté de verlo, no lo conseguí. Además pude ver un gamo y un par de ciervos, y cuando casi estaba llegando a las viñas, descubrí la silueta de otro buitre volando solo.
     Al entrar al carril del Encinarejo estaban las grajillas merodeando las mesas de piedra cercanas al puente. También había por allí algunos pinzones, que pude seguir viendo casi a todo lo largo del recorrido que hice hasta donde aparqué el coche, antes de llegar al mirador. En este tramo también vi rabilargos, una abubilla, una oropéndola y una lavandera blanca. Aviones y golondrinas, tanto comunes como dáuricas surcaban los aires en los alrededores del río.
     Comí, y pasé y las primeras horas de la tarde, de más calor, a orillas del río, a la sombra de los fresnos, escuchando a las oropéndolas, a los ruiseñores comunes y bastardos, y a las ranas. De vez en cuando veía pasar a las oropéndolas en vuelo, pero nunca las localicé en su posadero. Igualmente pasó un par de veces el martín pescador, que incluso llegó a posarse en una rama cercana. De entre la espesura de las zarzas salió un ruiseñor común, mientras empezó a cantar el escribano soteño. Palomas y mirlos también se movían por el entorno de la ribera. Un pico picapinos al que previamente había oído, cruzó el río y se posó en un árbol enfrente mía. Entre los cantos rodados por los que circulaba una tenue y somera corriente de agua acudieron a saciar su sed un jilguero, un verderón, una lavandera blanca, trigueros y rabilargos. Entre esos mismos bolos de piedra saltaban ranas, y pude ver tres pequeñas culebras viperinas deslizándose entre ellos, bajo la superficie del agua. También bajo el agua, nadaban los peces. Distinguí tres tipos de ellos, unos grandes en aguas más profundas que prácticamente se salían fuera del agua en una orilla arenosa, otros pequeños y comprimidos lateralmente que se movían entre los guijarros, y un pequeño e inquieto pez negro que movía muy rápido y se ocultaba bajo las rocas. En aquella orilla arenosa donde los grandes peces exponían a la atmósfera su dorso, también descubrí un galápago. Y a lo lejos, aguas abajo, había una garza real que solo era perceptible con los prismáticos.
     Yendo hacia el punto de encuentro donde había quedado con Juanmi y Mª José, al inicio de la carretera que va a La Lancha, paré a observar un gavilán cicleando en el cielo. También vi urracas por el camino, pero no mostraban ningún signo de inquietud ni mostraban una actitud de alarma, por lo que no me dediqué a observarlas. Mientras llegaban, subí por la carretera de La Lancha unos pocos kilómetros, donde pude ver rabilargos, mirlos, abejarucos, un águila calzada y una perdiz con pollos. Cuando llegaron, volví a bajar hasta donde estaban y de allí salimos los tres juntos hasta llegar a las curvas de La Lancha. De camino, se dejaron ver ciervos y gamos, y urracas y rabilargos, pero también perdices, conejos y algún que otro zorzal.
     Elegimos como emplazamiento para hacer nuestra espera lincera una de las últimas curvas, y allí pasamos las últimas horas de la tarde hasta que empezó oscurecer. En todo este tiempo no tuvimos ningún aviso de su presencia por parte de las urracas. Se las oía emitir una voz de contacto monosilábica, entre adultos y pollos, distinto al repetitivo cacareo de alarma. Los ciervos y los conejos que comenzaban a moverse con la caída de la tarde, lo hacían con aparente tranquilidad. La curruca cabecinegra también se dejaba escuchar, incluso una levantó un vuelo vertical desde un lentisco, al que se arrojó cuando cogió cierta altura. De repente en el cielo surgieron los buitres, y con ellos, la pareja de imperiales. Un alcaudón real estuvo un rato posado sobre un granito. Y más allá de las observaciones de animales, todavía con bastante luminosidad diurna, también presenciamos la caída de una estrella fugaz, a muy baja altura, que se dividió en tres fragmentos antes de llegar al suelo, y que desprendía una hermosa luz azul en su estela al quemarse.
     Con las luces del coche, volviendo por la noche, descubrimos por el carril un par de mochuelos y un chotacabras pardo. Igualmente vimos, en la inmediaciones del camino, algún que otro ciervo. Al despedimos hasta el día siguiente, se dejaron oír los alaridos del cárabo.

     El martes estuvimos todo el día en el campo, desde por la mañana hasta que oscureció. Volvimos a La Lancha, pero esta vez nos quedamos en una de las primeras curvas. Antes de juntarnos de nuevo, subiendo por la sierra pude ver rabilargos, algún mirlo y un alcaudón común. Y de camino hacia La Lancha vimos algunos ciervos, conejos, perdices, zorzales, mochuelos, trigueros, tórtolas turcas, urracas y rabilargos, así como un pequeño bando de jilgueros.
     Nada más llegar descubrimos a los coloridos abejarucos posados en un cable del tendido eléctrico, pero centró nuestra atención un revuelo de urracas concentradas entorno a un lentisco y un acebuche. ¿Era la presencia de un lince lo que molestaba a los blanquinegros córvidos? Sospechamos que sí, aunque nunca lo llegamos a saber. La espesura de las jaras y otros arbustos que cubrían la distancia de separación entre nuestra posición en el carril de La Lancha, y la ubicación del supuesto lince, impedía que viésemos con claridad lo que allí pasaba. Ni un ruido aparte del incesante cacareo de las urracas, en sus idas y venidas. La luz la teníamos en contra, sobre aquellas lomas que se levantan a un lado del camino. Dos conejos bajaron a toda prisa del monte, y cruzaron el camino muy cerca de donde estábamos, sin vacilar, ni pararse a valorar el supuesto peligro que nosotros podríamos representar para ellos. Algo había sembrado el pánico en los lagomorfos. Un rato después, el cacareo de las fanéricas urracas cesó de repente. Nunca vimos lo que molestaba a las picazas ni lo que asustó los conejos, porque a pesar de la ausencia de valla no quisimos acercarnos, por si se trataba de un lince de verdad, no ocasionarle molestias. No molestar a los animales es algo que debe tener muy presente cualquier persona que salga al campo, y más si se trata de una especie tan amenazada como el gato clavo. Ninguna observación, ninguna fotografía, ninguna firmación merece tanto la pena, como asegurar el bienestar de los animales.
     También por la mañana, vimos a unos cuantos buitres leonados posarse en unas rocas, mientras dos columnas de estas aves ascendían aprovechando las corrientes térmicas. En distintas ocasiones observamos a los componentes de la pareja de águilas imperiales. Otras veces detectábamos su presencia mediante el oído, ya que dejaba escuchar su graznido, que se mezclaba con el de la oropéndola, la cual también alternaba con su melodiosa voz. En una ocasión observamos como una de las imperiales era acosada por el ataque combinado de una pareja de cernícalos. En cambio solo vimos una vez a los integrantes de la pareja de buitre negro.
     Avanzaba el día pero no parecía que hiciese tanto calor como la jornada anterior. Las golondrinas dáuricas aparecían con frecuencia, y tres de ellas hasta se posaron en una alambrada, que además de permitirnos observarlas con detenimiento, también nos dejaron escucharlas. Un lagarto ocelado cruzó tranquilamente el carril, muy cerca de donde estaba el coche. Poco después lo hizo una veloz lagartija colilarga por el mismo sitio. Un gorrión chillón cantó desde un oteadero muy visible, en lo alto de un poste, lo que nos permitió localizarlo fácilmente, y un alcaudón real revoloteo en algunas ocasiones por allí. Un par de chovas sobrevoló aquellos montes en los que buscábamos al lince, pero en los que sin embargo solo vimos a sus potenciales presas, los conejos. Con el telescopio logramos ver algunos ciervos, y nos pareció curioso encontrar un macho acostado bajo una roca, en una oquedad. Las torcaces y las urracas también se veían fácilmente. Y de vez en cuando se escuchaba a la curruca rabilarga.
    
Pasado el medio día bajamos hacia el pantano, buscando algún lugar apacible, a la sombra, donde comer. No llegamos a la presa, aunque estábamos cerca de ella, y allí estuvimos durante las primeras horas de la tarde. Nos sorprendió escuchar durante esas calurosas horas al autillo, que llegó a cantar durante unos breves momentos tres veces. También oímos al arrendajo, pero solo una vez. En cambió el roquero solitario si cantaba más a menudo y vimos un par de veces al macho sobre un poste. Previamente también habíamos observado a los componentes de la pareja entregados al juego cerca de la presa. Un ciervo se acercó bastante allí donde estábamos.
     En un momento que mi vista estaba distraída en la desolada orilla del embalse descubrí el movimiento de un animal. No se trataba de la garza real que antes había visto volar por allí. Era un zorro que merodeaba las orillas en las horas de más calor, durante su jornada de pesca, en la que capturo un pez bastante grande, del tipo de una carpa. Subió a comerlo a la sombra, y poco más tarde lo volvimos a ver haciendo el recorrido inverso, con un resto del pescado en la boca, que seguramente enterró en alguna parte. Como siempre, un depredador no caza con absoluta facilidad, y menos tratándose de un raposo, un carnívoro poco especializado, y menos todavía en la pesca. Tuvo que hacer un recorrido bastante largo. Y antes de coger aquel pez, pudimos observar un intento fallido, que como aún no sabíamos que realmente estaba intentando pescar, pensamos que se habría resbalado.
     De vuelta a media tarde, vimos más ciervos, gamos, conejos, perdices y mochuelos que cuando vinimos. También vimos un cernícalo posado sobre el cable del tendido eléctrico al lado del camino, al pasar por las curvas que sirven como miradores para los naturalistas. Muchos de los cérvidos descansaban bajo alguna sombra, pero otros estaban activos o simplemente en pie. Las perdices que vimos eran sobre todo hembras acompañadas por sus pollos. Pero algunos de los avistamientos más interesantes que tuvimos fue al atravesar un corto tramo de bosque. En el agujero de un alcornoque asomaban cinco mochuelos, que nos vigilaban atentamente. Un poco más adelante un lagarto tomaba el sol sobre una roca, y algo más allá, muy cerca uno del otro, un conejo y una perdiz sobre sendas rocas de granito, a la sombra de las encinas. Sin duda alguna, presenciamos unas estampas genuinamente ibéricas.
     Juanmi y Mª José tiraron para el Encinarejo, pero yo debía volver a Andújar para atender un asunto. Pero un par de horas más tarde me volví a reunir con ellos. A los pocos kilómetros de Andújar, distinguí la silueta de un mochuelo, y ya por la sierra me paré a contemplar una pareja de imperiales. Al pasar por el carril del Encinarejo me crucé con rabilargos y un alcaudón común. Cuando me junté con ellos, estuvimos esperando hasta que casi anocheció al lado de la presa, cerca del puente.
     Vimos un par de ciervos por los alrededores de las casas del Encinarejo. Uno de ellos nos asustó al emprender una corta carrera que la frenó en seco para dirigir la mirada atrás. Pero atrás, no descubrimos nada. Este mismo ejemplar también emitió una especie de ladrido similar al del corzo. Aunque la luz del sol ya no radiaba sobre el río, aún permanecían seis galápagos sobre las rocas de las orillas. Entre ellos se movía una lavandera blanca. Un martín pescador también estuvo esperando un rato sobre una rama de un fresno de la orilla del río, hasta que se fue aguas abajo. Se escuchaba al mirlo, tanto al ruiseñor bastardo como al común, también a las ranas, y además, en una ocasión al pito real. Los aviones comunes y las golondrinas dáuricas daban repetidas pasadas sobre el cauce. Se veía alguna que otra urraca, pero muy tranquila. Todo parecía estar en calma. Juanmi y Mª José tenían que marcharse, pues debían recorrer un largo camino hasta llegar a Puertollano, pero yo me quedé un rato más. No me sirvió de mucho, y con la luz cada vez más escasa solo pude reconocer en vuelo a un ánade real y a unas torcaces. Y cuando me marchaba, por el carril, aún seguían llegando hasta mis oídos los sonidos de los mirlos, los ruiseñores y del chotacabras.


FECHA
LUGAR
ESPECIE
OBSERVACIÓN
04/06/2012
La Lancha
Conejo Europeo
(Oryctolagus cuniculus algirus)
Algunos
04/06/2012
La Lancha
Ciervo Rojo
(Cervus elaphus)
Algunos
04/06/2012
La Lancha
Gamo
(Dama dama)
Pocos
04/06/2012
El Encinarejo
Garza Real
(Ardea cinerea)
Un ind.
04/06/2012
La Lancha
Buitre Leonado
(Gyps fulvus)
Pocos
04/06/2012
Carretera general
Gavilán Común
(Accipiter nisus)
Una hembra
04/06/2012
La Lancha
Águila Imperial Ibérica
(Aquila adalberti)
2 inds.
04/06/2012
Camino de La Lancha
Águililla Calzada
(Aquila pennata)
Un ind. (fase clara)
04/06/2012
Camino de La Lancha
Perdiz Roja
(Alectoris rufa)
Pocas
04/06/2012
La Lancha. El Encinarejo
Paloma Torcaz
(Columba palumbus)
Algunas
04/06/2012
Carretera general. Camino de La Lancha
Tórtola Turca
(Streptopelia decaocto)
Algunas
04/06/2012
Camino de La Lancha
Mochuelo Europeo
(Athene noctua vidalii)
2 inds.
04/06/2012
Camino general
Cárabo Común
(Strix aluco sylvatica)
Oído
04/06/2012
Camino de La Lancha
Chotacabras Cuellirrojo
(Caprimulgus ruficollis)
Un ind.
04/06/2012
El Encinarejo
Martín Pescador Común
(Alcedo atthis)
Un ind.
04/06/2012
Camino de La Lancha
Abejaruco Europeo
(Merops apiaster)
Pocos. Oído
04/06/2012
El Encinarejo
Abubilla
(Upupa epops)
Un ind.
04/06/2012
El Encinarejo
Pico Picapinos
(Dendrocopos major)
Un ind. Oído
04/06/2012
El Encinarejo
Golondrina Común
(Hirundo rustica)
Pocas
04/06/2012
El Encinarejo
Golondrina Dáurica
(Cecropis daurica)
Pocas
04/06/2012
El Encinarejo
Avión Común
(Delichon urbicum)
Algunos. Oído
04/06/2012
El Encinarejo
Lavandera Blanca
(Motacilla alba alba)
2 inds.
04/06/2012
El Encinarejo
Ruiseñor Común
(Luscinia megarhynchos)
Un ind. Oído
04/06/2012
Carretera general. La Lancha. El Encinarejo
Mirlo Común
(Turdus merula)
Algunos
04/06/2012
Carretera de La Lancha
Zorzal Charlo
(Turdus viscivorus)
Pocos
04/06/2012
El Encinarejo
Ruiseñor Bastardo
(Cettia cetti)
Oído
04/06/2012
La Lancha
Curruca Cabecinegra
(Sylvia melanocephala)
Un ind. Oída
04/06/2012
La Lancha
Alcaudón Real
(Lanius meridionalis)
Un ind.
04/06/2012
El Encinarejo
Oropéndola Europea
(Oriolus oriolus)
Pocas. Oída
04/06/2012
Carretera general. La Lancha. El Encinarejo
Rabilargo Ibérico
(Cyanopica cooki)
Algunos
04/06/2012
La Lancha. El Encinarejo
Urraca
(Pica pica melanotos)
Algunas. Oída
04/06/2012
El Encinarejo
Grajilla Común
(Corvus monedula)
Pocas
04/06/2012
Camino de La Lancha
Gorrión Común
(Passer domesticus)
Pocos
04/06/2012
Camino de La Lancha
Gorrión Chillón
(Petronia petronia)
Oído
04/06/2012
El Encinarejo
Pinzón Vulgar
(Fringilla coelebs coelebs)
Algunos
04/06/2012
El Encinarejo
Verderón Común
(Chloris chloris)
Un ind.
04/06/2012
El Encinarejo
Jilguero
(Carduelis carduelis)
Un ind.
04/06/2012
El Encinarejo
Escribano Soteño
(Emberiza cirlus)
Oído
04/06/2012
El Encinarejo
Triguero
(Miliaria calandra)
Pocos. Oído
04/06/2012
El Encinarejo
Galápago Leproso
(Mauremys leprosa)
Un ind.
04/06/2012
Camino de La Lancha
Lagarto Ocelado
(Timon lepidus lepidus)
Un ind.
04/06/2012
El Encinarejo
Culebra Viperina
(Natrix maura)
3 inds.
04/06/2012
El Encinarejo
Rana Verde Ibérica
(Pelophylax perezi)
Algunas. Oída
05/06/2012
La Lancha
Conejo Europeo
(Oryctolagus cuniculus algirus)
Algunos
05/06/2012
La Lancha
Zorro Rojo
(Vulpes vulpes)
Un ind.
05/06/2012
La Lancha. El Encinarejo
Ciervo Rojo
(Cervus elaphus)
Varios
05/06/2012
La Lancha
Gamo
(Dama dama)
Algunos
05/06/2012
La Lancha
Garza Real
(Ardea cinerea)
Un ind.
05/06/2012
El Encinarejo
Ánade Azulón
(Anas platyrhynchos)
Un ind.
05/06/2012
La Lancha
Buitre Leonado
(Gyps fulvus)
Varios
05/06/2012
La Lancha
Buitre Negro
(Agypius monachus)
2 inds.
05/06/2012
La Lancha. Carretera general
Águila Imperial Ibérica
(Aquila adalberti)
4 inds. total
05/06/2012
La Lancha
Cernícalo Vulgar
(Falco tinnunculus)
2 inds.
05/06/2012
Camino de La Lancha
Perdiz Roja
(Alectoris rufa)
Varias
05/06/2012
Camino de La Lancha. El Encinarejo
Paloma Torcaz
(Columba palumbus)
Algunas
05/06/2012
Camino de La Lancha
Tórtola Turca
(Streptopelia decaocto)
Algunas
05/06/2012
La Lancha
Autillo Europeo
(Otus scops)
Oído
05/06/2012
Camino de La Lancha. Carretera general
Mochuelo Europeo
(Athene noctua vidalii)
Algunos
05/06/2012
El Encinarejo
Chotacabras Cuellirrojo
(Caprimulgus ruficollis)
Oído
05/06/2012
El Encinarejo
Martín Pescador Común
(Alcedo atthis)
Un ind.
05/06/2012
La Lancha
Abejaruco Europeo
(Merops apiaster)
Algunos. Oído
05/06/2012
El Encinarejo
Pito Real
(Picus viridis sharpei)
Oído
05/06/2012
La Lancha. El Encinarejo
Golondrina Dáurica
(Cecropis daurica)
Algunas. Oída
05/06/2012
El Encinarejo
Avión Común
(Delichon urbicum)
Algunos. Oído
05/06/2012
El Encinarejo
Lavandera Blanca
(Motacilla alba alba)
Un ind.
05/06/2012
El Encinarejo
Ruiseñor Común
(Luscinia megarhynchos)
Oído
05/06/2012
La Lancha
Roquero Solitario
(Monticola solitarius)
2 inds. Oído
05/06/2012
Carretera general. La Lancha. El Encinarejo
Mirlo Común
(Turdus merula)
Algunos. Oído
05/06/2012
Camino de La Lancha
Zorzal Charlo
(Turdus viscivorus)
Pocos
05/06/2012
El Encinarejo
Ruiseñor Bastardo
(Cettia cetti)
Oído
05/06/2012
La Lancha
Curruca Rabilarga
(Sylvia undata)
Oída
05/06/2012
Carretera General. El Encinarejo
Alcaudón Común
(Lanius senator)
2 inds. total
05/06/2012
La Lancha
Alcaudón Real
(Lanius meridionalis)
Un ind.
05/06/2012
La Lancha
Oropéndola Europea
(Oriolus oriolus)
Oída
05/06/2012
La Lancha
Arrendajo Común
(Garrulus glandarius)
Oído
05/06/2012
Carretera general. La Lancha. El Encinarejo
Rabilargo Ibérico
(Cyanopica cooki)
Algunos
05/06/2012
La Lancha
Urraca
(Pica pica melanotos)
Algunas. Oída
05/06/2012
La Lancha
Chova Piquirroja
(Pyrrhocorax pyrrhocorax)
2 inds. Oída
05/06/2012
La Lancha
Gorrión Chillón
(Petronia petronia)
Un ind. Oído
05/06/2012
El Encinarejo
Pinzón Vulgar
(Fringilla coelebs coelebs)
Pocos
05/06/2012
Camino de La Lancha
Jilguero
(Carduelis carduelis)
Pocos
05/06/2012
Camino de La Lancha
Triguero
(Miliaria calandra)
Pocos. Oído
05/06/2012
El Encinarejo
Galapago Leproso
(Mauremys leprosa)
6 inds.
05/06/2012
Camino de La Lancha
Lagarto Ocelado
(Timon lepidus lepidus)
2 inds.
05/06/2012
Camino de La Lancha
Lagartija Colilarga
(Psammodromus algirus)
Un ind.
05/06/2012
El Encinarejo
Rana Verde Ibérica
(Pelophylax perezi)
Oída