domingo, 2 de julio de 2006

TRAVESÍA EN CANOA POR EL EMBALSE DEL JÁNDULA

     Ayer hicimos una travesía en canoa, a remo, Esteban Ureña, Javier Ramírez y yo, de unas 12 horas, a lo largo del Embalse del Jándula. La exposición al sol veraniego, y el reflejo de la luz en la superficie del agua del pantano nos ha dejado bien quemados. Pero la fatigosa ruta ha dado sus frutos y tuvimos avistamientos de fauna muy interesantes.
     Pasaron a recogerme por Andújar sobre las 8.00, y más o menos hacia las 9.00 habíamos llegado a la playa de la cola del embalse que hay pasando el túnel de piedra, desde la que empezamos a remar. Fuimos directos hasta allí, sin pararnos en el camino a mirar las urracas, las abubillas y los mirlos que adornan con su presencia la sierra. A la salida del estrecho túnel sí que nos vimos obligados a detenernos un momento, a la espera que una golondrina dáurica que estaba en el suelo, levantara el vuelo.
     Tras descargar la barca y aprovisionarnos con la comida y el agua que nos llevamos empezamos a remar por turnos. La sequía tiene el nivel de agua por debajo de su máxima altura, y a todo el alrededor del embalse queda un ancho y árido cinturón desprovisto de vegetación. De vez en cuando parábamos a descansar en alguna sombra que encontrásemos bajo el talud de alguna orilla, o bien nos dábamos un chapuzón para aliviarnos del azote del calor.
     Pero otras paradas que también hicimos estaban destinadas a la observación de algún animal. Al poco rato de empezar a navegar paramos para deleitarnos con los planeos de cuatro cigüeñas negras que volaban juntas, y poco después volvimos a dejar de remar para dedicarnos a contemplar dos jóvenes águilas imperiales. Ambas especies las pudimos ver a cortas distancias. Seguimos remando aguas arriba, intentando no equivocarnos de dirección, despistados por la enorme anchura de alguna de las colas que hay en la parte baja del pantano. Algún tiempo después, lo siguiente que paramos a ver fueron los picados y las acrobacias aéreas de un par de águilas reales, algo alejadas. Las horas del caluroso día avanzaban, mientras poco a poco el embalse se estrechaba, y sus aguas se tornaban turbias. Entre ellas se intuían la silueta de las carpas, que de vez en cuando asomaban a la superficie. Un cuantioso bando de rabilargos se cruzó de lado a lado el embalse. En las piedras de las orillas tomaban el sol algunos galápagos que rápidamente se echaban al agua al acercarnos con la canoa. Casi al final vimos otras dos cigüeñas negras volando sobre el embalse, y sobre el mismo unos pocos patos. A continuación llegamos a un tramo donde de las aguas cenagosas asomaban los esqueletos de los árboles que conformaba el antiguo bosque de galería, que murió sepultado por las aguas del embalse. Sobre uno de estos troncos, casi imperceptible, reposaba una garza real. Remando sobre espesas aguas, que ya casi parecían fango, vimos nadando entre las ramas de los árboles muertos un macho de ánade real, y casi en frente, en el otro lado, un zorro merodeando por la orilla. En este tramo paramos a descansar, para quitarnos un rato de la insolación, y fue donde decidimos no seguir adelante por miedo a que se nos atrancara la barca. Pero teníamos que regresar antes de que oscureciese, así que tras un breve reposo, volvimos a remar, bajo el sol de la tarde. De nuevo volvimos a ver al zorro en una orilla, y al pato en la otra. También volvimos a ver la pareja de cigüeñas en el mismo tramo, y así mismo repitieron las otras cuatro cuando ya estábamos cerca de la presa. Pero bastante antes de llegar, pudimos ver unos pocos buitres leonados, y también algún negro.
     Desembarcamos casi de noche. Mientras cargábamos la canoa en la baca del coche, paso una cigüeña negra. En el camino de vuelta vimos los ciervos que no vimos durante el día, que debieron permanecer sesteando a la sombra, ocultos en el algún lugar, esperando a iniciar su actividad con el fresco de la caída de la noche. En medio del carril también vimos un mochuelo, que en el momento de frenar el coche salió volando, y más adelante paramos al ver una garduña sobre una roca de granito, donde permaneció un rato quieta.


Lista de Especies Observadas:

  • Zorro Rojo (Vulpes vulpes)
  • Garduña (Martes foina)
  • Ciervo Rojo (Cervus elaphus)
  • Garza Real (Ardea cinerea)
  • Cigüeña Negra (Ciconia nigra)
  • Ánade Azulón (Anas platyrhynchos)
  • Buitre Leonado (Gyps fulvus)
  • Buitre Negro (Aegypius monachus)
  • Águila Real (Aquila chrysaetos)
  • Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti)
  • Mochuelo Europeo (Athene noctua vidalii)
  • Abubilla (Upupa epops)
  • Golondrina Daúrica (Hirundo daurica)
  • Mirlo Común (Turdus merula)
  • Rabilargo (Cyanopica cyanus cooki)
  • Urraca (Pica pica melanotos)
  • Galápago Leproso (Mauremys leprosa)
  • Carpa (Cyprinus carpio)